Empiezo diciendo que, por supuestísimo, no tengo nada en contra de los gays, ni homosexuales ni lesbianas. Tuve muy buenos amigos gays (alguno de ellos cristiano, por cierto), y uno de mis mejores amigos de mi infancia era gay. También he conocido a bastantes lesbianas y con ninguna he tenido absolutamente ningún problema.
¿Por qué digo esto? Porque estoy notando que mucha gente le molesta el que yo diga públicamente que soy cristiano, o ponga cosas religiosas. Gente que ha dejado de seguirme en Facebook porque pongo cosas de la Iglesia, que se ocultan o les "avergüenza" e incluso directamente me han dicho que no quieren saber nada de mí mientras siga publicando eso, o que han dejado de leer este blog porque ven un rosario en la portada (que no pienso quitar, por cierto, así que ya pueden dejar de visitarme y por mucho tiempo) o porque hablo de Cristo.
Algunos incluso sugieren que todo eso lo haga "de puertas para adentro", o sea: "no tenemos nada en contra de que seas o no cristiano, pero si lo eres, practícalo tú y que nadie lo sepa, vívelo dentro de ti". Partidos como Podemos (al que me une una gran simpatía en otros aspectos, por cierto, y sí: aún siendo cristiano) sugieren que cada uno, en su libertad de culto, realice ésta "sin que se vea y sin que se note". O sea, sigue a Cristo o a quien quieras, pero de puertas para adentro, en tu intimidad.
Imagináos solo por un momento que digan eso de los gays, por ejemplo. Por un instante suponed que dicen que no está mal ser gay, que "no es ninguna enfermedad", pero que lo sean en la intimidad, sin que lo sepa nadie. Los que van de progres seguramente pondrían el grito en el cielo, y automáticamente saltarían todas las alarmas y sería portada -el partido político que lo dijera, o cualquiera de nosotros- en todas las páginas de noticias de Intenet. Abrirían telediarios con ello.
Pero sin embargo a los cristianos nos lo dicen, y aquí no pasa nada.
Ayer Facebook se llenó de "banderitas" multicolores, y en mi ciudad la bandera del ayuntamiento ondeó en la enseña del arcoiris. Incluso se cambió el diseño del nombre de la ciudad, que está emblemáticamente en un parque esculpido, con decoraciones multicolores para indicar lo amistosos que son con la gente gay. Imaginaos que todo eso se hiciera con los símbolos cristianos, ¡si hasta obligaron a retirar cruces en la escuela, y muchos nombres de calles fueron modificados por llevar "alusiones religiosas"! Yo no obligo a nadie a ser cristiano, como a mí nadie tiene que obligarme a ser gay, ni del Real Madrid, ni punky. Pero no veo ni oigo a nadie decir que eso se haga "de puertas para adentro", en la intimidad de su hogar. No veo a nadie ridiculizarlo por ser gay (¡imagináos!, todo el mundo se le echaría a la yugular!), pero no os imagináis lo que he tenido que soportar por decir, ser o poner cosas cristianas.
Pero, ¿por qué esto es así? ¿Por qué se nos intenta marginar y ridiculizar? La razón no es otra que nuestra conducta deja en evidencia sus malos actos. Mientras ellos se emborrachan, se disfrazan de niños (o niñas), bailan y se dejan llevar por el desenfreno más absoluto de la depravación y el derroche, no pueden tolerar que haya algunas personas que se pasen los días orando, haciendo penitencia o dando su tiempo y/o sus pertenencias altruistamente. O sea: la conducta del cristiano es para ellos una tortura constante que les reprocha su modo de vida, y por eso no lo pueden soportar. Intentan sacarles los mayores trapos sucios posibles para que los defectos de uno afecten al resto o para que, al menos, encuentren una excusa para denigrarles.
Yo no soy cristiano más que por agradecimiento. Solo en Dios encuentro apoyo y alivio y sólo Él ha sido mi sustento cuando más lo necesitaba. El mundo no me ha dado nada, solo desprecio, dolor y angustia, de manera que si no siguiera a Cristo, le proclamase y me adhiriera públicamente a él sería un desagradecido y me estaría engañando a mí mismo. Soy consecuente, por tanto, con lo que siento.
Lo que no entiendo es cómo la gente no puede amar a un Dios tan bueno, y corren detrás de sucedáneos creyendo que en la vida van a encontrar satisfacción siendo como son las cosas creadas caducas, incompletas, limitadas y temporales. Un Dios que no te exige más que amarle, y que no busca más que el que seamos felices. Creen que es difícil seguirle, ¡pero si es lo más sencillo que hay! Él lleva nuestras cargas y nos consuela, nos alienta y nos da valor, mientras que en el mundo cualquier cosa que quieras conseguir llegarás a ella con sangre, sudor y lágrimas. ¡Cuantos, por querer hacerse ricos, por querer ser famosos o conseguir un bien material que tal vez les dará una satisfacción temporal pasajera, no invierten horas, días e incluso meses sufriendo, luchando, sin dormir, trabajando en los peores sitios! ¡Y sin embargo piensan que seguir a Cristo es difícil! ¡Qué ceguera la suya, y qué gran desasosiego cuando descubran que la verdadera felicidad no es tener más cosas o ser más que éste o aquél, sino entregar el corazón y vivir sencilla y humildemente!
Si nada de aquí nos vamos a llevar. Si nada de esta tierra nos pertenece. Solamente somos viajeros, peregrinos, extranjeros en nación extraña. ¡Ser cristiano no es difícil! ¡Lo difícil, tortuoso, preocupante y penoso es no serlo!
Leí una vez un sueño que tuvo un hombre. En él, veía a una persona caminando por una tierra verde, fructífera, preciosa. Pero su semblante era triste. A cada paso que daba, su rostro temblaba, se le desencajaba y le dominaba el terror y el pavor. Y es que, ante él, se podía divisar un enorme precipicio, rodeado de terribles montañas, negras humaredas, con laderas pobladas de árboles resecos y carcomidos por vientos desérticos.
Al momento siguiente, apareció otra escena: otro hombre caminaba por una tierra yerma y polvorienta, con árboles ennegrecidos por el fuego, con senderos cubiertos de cenizas y zarzas. Pero sin embargo el hombre tenía un rostro feliz y sereno, como si ignorase todo lo que acontecía a su alrededor. Y es que, al fondo, sus pasos le llevaban a una tierra asombrosamente maravillosa, con cielos azules y despejados, en donde el sol brillaba y brillantes praderas de hierba verde y flores, rodeadas con árboles cargados de todo tipo de frutas apetecibles, se divisaban por doquier, hasta donde alcanzaba la vista.
Así andan los hombres por este mundo. Los que solo tienen su vista puesta en esta tierra disfrutan de placeres y se dejan llevar por toda suerte de satisfacciones que el mundo les pueda ofrecer, sin embargo, no pueden, por mucho que lo intenten, obviar el hecho evidente de que un día se acabará todo, y que al final del trayecto solamente encontrarán la mas absoluta desgracia. Eso les agobia y les llena de espanto. Por una parte, si de algún modo o en alguna forma creen en Dios, saben muy bien que su conducta no les llevará a nada mas que a ser unos desgraciados eternamente, unos condenados al suplicio y a la perdición. Si no creen o, al menos,intentan con esfuerzo no creer, el hecho evidente de que la muerte les espera tras cualquier esquina, en el momento que menos lo esperen y que, con ella, se les acabará todos los goces y alegrías que pudieran encontrar en esta vida, les supone un espanto atormentador. Porque nada hay más cierto que morirán, cargados de años y sufrimientos, o jóvenes y en la flor de la vida, da igual: morirán.
Sin embargo para los cristianos este mundo pasajero y cruel no es más que un trámite, una travesía, una mala noche en una mala posada (como dice Santa Teresa). Sabemos que, por despiadado o placentera que sea nuestra vida aquí, solo es temporal y que tras nuestro caminar en esta etapa existencial tenemos las promesas de la auténtica vida que no solo será más jubilosa y nos colmará de grandes bendiciones sino que, además, será eterna. Esto es lo que creemos. Esto es lo que esperamos. Ese es nuestro destino, en el que creemos, porque Cristo nos ha abierto el camino del Cielo. Y si no crees en esto eres el más desgraciado de los mortales porque vives sin esperanza y, sin esperanza, vives sin futuro.
| Redacción: Bianamaran.blogspot.com
Con respecto al tema del rotulo solo diré lo que dijo Dios a Adán y Eva en el Génesis 1:28 Y los bendijo Dios diciéndoles: –Creced y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla….. Con eso está dicho todo, que cada uno saque sus propias conclusiones.
ResponderEliminarLos Cristianos de corazón siempre han sido perseguidos y lo seremos todavía más antes de la segunda venida de Cristo dentro de muy poco, en esta generación.
Cristo vino a la Tierra a salvarnos de nuestros pecados, todos los humanos tenemos la marca del pecado generación tras generación por culpa de Adán y Eva y por eso somos mortales, pero podemos escoger el servir a Dios o al ángel caído Satanás que se rebeló ante Dios y que se llevó consigo 1/3 de los ángeles del cielo, Satanás será definitivamente eliminado junto con los impíos que no se arrepientan en la tercera venida de Cristo a la Tierra dentro de 1015 años Aproximadamente, así que ya queda poco para que la Tierra sea el paraíso perdido por Adán y Eva.
Dentro de muy poco vendrán 7 plagas desde el cielo que arrasarán con todos los impíos de la tierra mientras que estos se estarán ensañando con los Cristianos, al final Cristo con su corte de ángeles resucitará a todos los muertos desde la primera venida de Cristo que sean creyentes en él y subirán con él al cielo, es lo que se llama arrebatamiento, los Cristianos que queden en la Tierra vivos que serán pocos 144.000 subirán hacia el cielo junto a Cristo y el resto de humanos endemoniados que queden aquí perecerán en un fuego como nunca se ha visto en la Tierra, después Satanás será encadenado a la tierra durante 1000 años, en la Tierra no habrá nada, ni rastro de vida, mientras en el cielo durante 1000 años serán juzgados por todos los Santos las personas impías de toda la historia de la humanidad…. El final de la historia junto con la tercera de venida de Cristo y la fulminante desaparición de Satanás lo dejo para que los que tenga Fe lo estudien en la Biblia y para que se pasen de bando, todavía estáis a tiempo, solo hay que seguir a Cristo para llegar ante Dios, no hay otro camino.
Bianamaran, no quites las cruces aunque a algunos les moleste, no es ninguna vergüenza ser Cristiano, hay que mantenerse firmes en la Fe hasta el final, lo que les molesta a los no seguidores en Dios es el seguir los 10 mandamientos, por lo menos hay que intentarlo.
La Historia de la Humanidad:
https://www.youtube.com/watch?v=Ze_We_4GfH8
Gracias Apolino.
ResponderEliminarDado que no vivo de este blog (ni de mi facebook ni de twitter) el que me sigan o no me trae sin cuidado. Lo que he experimentado es que no hay mejor cosa que empezar a hablar de la Iglesia o del Evangelio para que la gente se vaya corriendo. Creen que eres un santurrón, un beato, que les vas a contagiar algo. Yo lo entiendo porque antes también era así.
Al fin y al cabo todos somos pecadores, y quien no ama a Cristo es por simple desconocimiento, por ignorancia o por falta de virtud. No me imagino estar viviendo sin tener una esperanza en el más allá, sabiendo que todo se acaba aquí, que las personas que amas o amaste van a desaparecer para siempre entre el polvo. Es lo más triste que un alma puede soportar y, quien viva así, bastante tiene con la pena de sobrellevar eso.
Tu eres tu, y tus circunstancias. Si me gusta como escribes, pero no que seas cristiano, no leeré esos posts religiosos, y no pasa nada. Es tu blog, y tienes el derecho exclusivo de escribir sobre lo que te plazca.
ResponderEliminarAhora entramos en algo que sugieres, pero que no desarrollas completamente. Y sin las discriminaciones positivas hacia las minorías que tenemos ahora.
Parece que si yo soy de una minoría (porque soy islámico en vez de las creencias dominantes católico-romano o agnóstico), tengo ciertos beneficios, que las mayorías no tienen. Puedo ir con burka en discotecas donde de otro modo te exigen cierto atuendo, puedo tener subvenciones para centros de culto, etc. Pero quien ayuda a los agnósticos o los cristianos que son la mayoría? Pues nadie.
Resulta que soy gay, pues tengo el día del orgullo gay, puedo organizar un evento cortando calles, ... Pero si soy hetero, no puedo hacer lo mismo.
Una entrada muy valiente.
ResponderEliminarEnhorabuena
Muchas gracias sorderita ;)
ResponderEliminarEl que las personas o entidades muestren su empatía por grupos de personas que son vulneradas (como los homosexuales) no significa que en la práctica lo hagan.
ResponderEliminarLos creyentes pueden profesar su fe u orar todo el día si gustan, nadie les prohibe eso, pero comparar el estilo de vida con la discriminación y maltrato por ser como uno es (para mí la orientación sexual se tiene de nacimiento o en los primeros años de la vida) es distinto pues a los homosexuales no importa cuánto se quieran o convivan no pueden hacer algo tan simple como casarse civilmente, y aquí viene la tonta defensa de que "el matrimonio es un sacramento entre hombre y mujer" pero en la práctica los matrimonios no son perfecto, la gente se casa por conveniencia, para sacar provecho, se divorcia, además parece que nos les queda claro que matrimonio civil no es lo mismo que el religioso ¿por qué entonces negar el matrimonio civil a los homosexuales?
Comparar homosexualidad con el interés sexual/sentimental que puedan sentir un hombre adulto por una niña es de las más grandes tonterías que he leído, por solo mencionar esa.
Los homosexuales no tendrían el día del orgullo gay sino fueran discriminados y maltratados, así como existen el día de la mujer (que también fue maltratada y menospreciada ya aún lo es), todas los grupos de masas merecen respeto. Ahora, el que el día de orgullo gay sea usado para hacer comparsas en donde los homosexuales se disfrazan es su problema, al menos a mí no me haría sentir mejor sino que me haría sentir un payaso, pero creo que antes de pensar en ello habría que ver la situación de la iglesia católica (que creo que es la regilión que sigues) con la posición de la mujer: que la tienen por sirvienta, ni hablar del maltrato hacia los niños (pedofilia), el cobro de sacramentos (como si fuera negocio), todo el daño que ha hecho la iglesia y el poder (político y económico) que tiene y que aún así reciba dinero de los estados; si bien muchas confesiones dan risa porque uno se da cuenta que son una fachada para robar dinero a la gente desesperada que busca sentirse útil y encaminada la iglesia católica es una de las más grandes atrocidades que le ha podido suceder al mundo (sobretodo en Europa y América). Pero en fin, el tema debe ser tocado y cada uno que decida qué hacer con su vida.
Saludos.