Cuando falleció mi madre algunos de mis hermanos no se quedaron en un situación demasiado agradable, hasta tal punto que se llegaron a ver obligados a tener que solicitar ayuda a los servicios sociales para poder hacer frente a los gastos básicos como es la luz, el agua, y demás.
No es que tuvieran altas facturas, más bien al contrario, pero ni aún así podían hacerles frente.
En los servicios sociales tras llevarles una montaña de papeles, una auténtica brutalidad de burocracia, de todos los organismos públicos habidos y por haber con el fin de asegurarse -según los asistentes sociales- que lo dicho sobre su situación era tal como mis hermanos lo describían, y tras esperar varios meses en la cuerda floja, finalmente les llegó concedida la ayuda.
Esta ayuda ya he dicho que es muy básica, no es que les den un auténtico dineral ni muchísimo menos, es tan básica que cubría los gastos más imprescindibles y ni siquiera eso. Para recibirla tuvieron que verse obligados a firmar toda una serie de condiciones que llegan a ser inquietantes, condiciones como que tienes que acudir a los Servicios Sociales siempre que te llamen y en el momento en que lo hagan, sin poder negarte; que pueden mirar en cualquier momento el estado de tus cuentas bancarias, que pueden pedir información a entidades de crédito y débito sobre ti y de la más diversa índole (te obligas a participar en cursos que ellos te dicten, a seguir un programa de seguimiento personalizado)... En resumen: tienes que firmar seis hojas dándoles acceso a toda tu vida y otorgándoles el control de tu destino, despojándote ante ellos de tus derechos constitucionales e incluso de los derechos inherentes a todo ser humano, transformándote a partir de ahí en un paria, un monigote con el que jugar y tener entretenida a la Administración para que así no tenga tiempo ni recursos para dedicarse a perseguir a los auténticos corruptos y a los políticos criminales. Que son los que hacen de verdad daño a este país, y no una pobre familia que no puede pagar sus recibos.
Además, te comprometes a que realicen sobre ti un seguimiento tan exhaustivo que ni el mejor detective de Scotland Yard podría ser capaz de realizar. Un seguimiento que ya lo quisieran para sí los políticos corruptos del PP, porque si lo llegan a sufrir y a tener encima de ellos a ese tipo de servicios de Asistencia Social, con la misma vigilancia con la que vigilan a los pobres, todos estos casos de corrupción en los grandes partidos políticos no hubieran ocurrido jamás, se hubieran evitado mucho antes de que hubiesen llegado a producirse.
El caso es que tras firmar y comprometerse a todo eso les llegó esa minúscula ayuda, porque no tiene otra definición. Pues bien, para seguir recibiéndola mensualmente, los que la han solicitado tienen que llevarles varios certificados -y esto, repito, cada mes-, incluso certificados que tuvieron que realizarles expresamente la directora del servicio público de empleo (mejor dicho, del Servicio de Desempleo sería más apropiado decir), para hacer constar que carecen de prestaciones y de otras ayudas. Pero esto no es lo más asombroso, es que además tienes que llevarles un listado de tus cuentas bancarias, en donde se especifiquen los movimientos de los últimos seis meses. Os preguntaréis por qué piden el listado de seis últimos meses, y no el listado del último mes, que sería lo más lógico (de los últimos seis meses ya lo piden en la solicitud, por lo que te exigen meses solapados entre sí y repetidos), pues yo tampoco lo entiendo, pero así es.
Tienes que llevar los movimientos bancarios de esos últimos seis meses, y en ese desglose dado por el banco, en el cual se especifican los movimientos que has realizado con tu cuenta, alcanzan incluso meses en los que no habías aún pedido ni te habían concedido la ayuda, pero da lo mismo: te los piden igual.
Luego, cada mes, las asistentas sociales se sientan contigo ante una mesa y empiezan a analizar punto por punto, aspecto por aspecto, en qué te gastas el dinero. Da igual que sea dinero de la ayuda que te conceden o dinero que ganes por tu cuenta o que te presten. O ayudas o ingresos de amigos y familiares. Da lo mismo.
Analizan en qué lo gastas, qué dinero te entra, de dónde proviene, a dónde va, qué haces con ello y todo eso por la mísera ayuda que te dan como apoyo. Como si las asistentas sociales tuvieran el título de economistas, esas supuestas "expertas" y "expertos" en economía doméstica -vete tu a saber qué harán ellos con sus nóminas...- analizan contigo y ante todo el mundo que esté esperando allí -que cada vez, por desgracia, hay más gente necesitada- tus movimientos bancarios y si ven algo que no les cuadra o no les gusta -por ejemplo, que tengas un movimiento de una compra por internet, pongamos por caso que has adquirido un pantalón por internet- entonces te acribillan a preguntas y te dicen que para qué es ese gasto, si no lo podías haber evitado, si realmente lo necesitas, si no te lo podías haber ahorrado, etc. etc. Imaginaos pasar cada mes y en cada movimiento que os entre y salga de vuestra cuenta por un proceso así: que un completo desconocido funcionario coja vuestra cuenta bancaria y os critique y juzgue lo que compráis, cómo lo compráis y en qué lo gastáis, y que os critique y juzgue cada renglón en el desglose de movimientos. Imaginaos tener cada mes a una persona especialmente dedicada -un asistente social que debe ser que no tienen otra cosa mejor que hacer- para analizar todos esos gastos.
Me pregunto si es que realmente todo lo que ocurre en los casos de corrupción de las altas esferas en España es cierto eso que nos dicen de que no se pueden evitar. No se si es que no pueden evitarlos, o si no quieren hacerlo, viendo como he podido constatar que para una cantidad irrisoria de dinero arman semejante jaleo y miran y remiran cada movimiento bancario, analizando cada euro. Si existe esa capacidad para hacerlo con la gente pobre, con la gente miserable, ¿cómo no tienen esa misma capacidad para hacerlo con los altos cargos, con los que de verdad defraudan a Hacienda? Una de las dos cosas: será que los investigadores de Hacienda no tienen la eficacia de los asistentes sociales -quizá habría que poner asistentes sociales a buscar fortunas ocultas de los altos cargos en España-, o que simplemente no les interesa que esos métodos se usen con los que tienen el poder y el dinero.
Por eso me hace mucha gracia, y también me da mucha rabia, que después los políticos salgan presumiendo de que hacen públicos sus abultadas nóminas. Vamos a ver: hacen públicas sus nóminas y sus declaraciones a Hacienda cuando eso lleva años haciéndose para la gente humilde, para la gente pobre llevan años, en donde hay funcionarios especializados y encargados específicamente a controlar cada gasto, a controlar cada movimiento de dinero de los que menos tienen.
Cómo es posible que ésto llegue a tales extremos en las personas que menos pueden defenderse, en los que no pueden contar con abogados ni con grandes bufetes de renombre, y no ocurra con los altos cargos políticos, con los que de verdad tienen mucho dinero, y que nadie les haya analizado los gastos bancarios a gente como Rajoy, ni a Cospedal, o que lo de Bárcenas se haya conocido años y años después y solamente gracias a filtraciones, o que nadie haya analizado las cuentas bancarios del dinero público que iba a manos de la hermana del rey de España.
O algo está fallando, o el sistema es un sistema miserable, que solo persigue a los más indefenso y a los que están en el poder, a los que tienen de verdad las leyes en sus manos -porque ellos hacen las leyes- no les ocurre nada ni nadie les vigila.
Como lo he vivido muy de cerca me parece ridículo que se persiga e incluso se amenace (porque según qué gastos los asistentes sociales llegan hasta la coacción y amenazarte de que te van a retirar la ayuda) a gente que no tiene nada y sin embargo los que viven a cuerpo de rey nadie les vigila sus nóminas, nadie les vigila sus movimientos bancarios y nadie les vigila en qué gastan el dinero público en contratos a amiguetes y familiares, mientras estafan y usan una asombrosa cantidad de recursos y dinero para vigilar a los más marginados.
Creo que los asistentes sociales deberían tener un papel más proactivo en busca de gente que está en la pobreza y no acude a ellos porque saben lo que les puede caer encima (y pruebas de ello tenemos infinidad: solamente hace falta salir a la calle y ver la cantidad de gente que está mendigando por las esquinas y en las puertas de los supermercados, y la mayoría os aseguro que por gusto no están pidiendo). Por todo ello sería mejor y más conveniente que los servicios de asistencia social tomaran un papel más proactivo como muchas ONGs les piden desde hace años y les reclaman, tomando un papel en donde sean ellos los que busquen familias rotas, desestructuradas, de niños que pasan hambre, de personas con problemas de paro y marginación, y tomaran la iniciativa no como ahora que esperan sentados rascándose la barriga a que los necesitados vengan a rogarles a su mesa. Y que en lugar de tomar el papel de detectives, de abusos y coacciones que rayan en la discriminación, se dediquen a solucionar los problemas reales de la gente, que para eso les pagan. Pero debe ser que es mucho más divertido espiar con morbo la vida y las desgracias de los demás y tomar el papel de juez y verdugo a la vez (porque ellos juzgan si necesitas ayuda o no, no hay un procedimiento "estándar" que sigan, por ejemplo: en el caso de mis hermanos la Comunidad Autónoma tiene unos pocos requisitos para acceder a esa ayuda, pero desde los servicios sociales del ayuntamiento, que son quienes las gestionan, les pidieron una enorme cantidad de papeles más que a veces no tenían nada que ver ni poseían ningún interés para la solicitud, de hecho les pidieron hasta realizar currículums vitae cuando eso no se encuentra en el procedimiento por ninguna parte, se lo "inventaron" ellos solamente porque saben que pueden pedirte lo que les apetezca), en lugar del papel de apoyo para servir de sostén a familias que estén en situaciones muy precarias.
Creo que esa forma de actuación actual de los servicios sociales es un ataque de lleno y de plano al derecho no solamente a la intimidad, sino al derecho al honor, a la imagen y a la privacidad. Pero eso nadie lo persigue ni a nadie le interesa porque atañe a gente que no tiene voz, y como no tienen voz y no pueden protestar porque carecen de medios para hacerlo, no salen en los medios de comunicación, nadie se entera y nadie habla de ello. Por supuesto no estoy diciendo que este tipo de ayudas no se deban vigilar, claro que hay que hacerlo, pero tras las monstruosas bolsas de papeles que te piden para concederte una ayuda, con datos, certificados e informes de todo tipo y de todas partes, no debería seguirle a continuación un análisis tan pormenorizado y exhaustivo mes tras mes (o a veces dos veces en un mismo mes, como les ocurrió a mis hermanos en varias ocasiones) y comandando tu vida como si les hubieras entregado a unos completos desconocidos tu destino.
Sé que esto parece de película de ciencia-ficción, contado así parece que hemos regresado de pronto a la época franquista, pero por desgracia es totalmente real y os aseguro que es así cómo se están haciendo las cosas -al menos en mi Comunidad Autónoma-, y solamente hace falta darse una vuelta por los servicios sociales para ver los abusos y el pisoteo de derechos con total impunidad que realizan este tipo de servicios hacia los más desfavorecidos.
Mientras los servicios sociales de los ayuntamientos estén manejados por funcionarios y funcionarias que solamente van a cumplir su horario y a recibir a gente desesperada sin querer oírles ni escucharles, pensando únicamente en que llegue la hora del café para hablar del concurso de moda en la televisión, no haremos nada y el dinero público que los ciudadanos pagan para ayudar a las personas con escasos recursos (o incluso sin ningún recurso) acabará siendo malgastado y utilizado para el entretenimiento y el morbo de esos funcionarios. Aún peor: esas ayudas se usan muchas veces como excusa para aplastar a las personas que ya tienen bastante peso a sus espaldas que soportar. Pero el problema es: ¿quién se atreve a enfrentarse a este tipo de servicios y cambiarlos para convertirlos en algo realmente eficiente? Nadie.
| Redacción: Bianamaran
He empezado a leer los primeros párrafos y prefiero no seguir porque me doy cuenta como la corrupcion campa a sus anchas. La primera foto es bestial, los cabrones usan agua de marca de las caras, no les bastaba una de marca blanca como el resto tenemos que comprar, no, como no la pagan ellos y la paga el pueblo, pues a derrochar hasta en eso.
ResponderEliminarSí, no hay mejor cosa que taparse los ojos para no mirar.
ResponderEliminarYo he ido a los servicios sociales muchas veces, nunca me han resuelto nada: en lugar de ayudarme siempre me dieron mas problemas. He llegado a la conclusion de que allí solo están como dices para hacer su horario, cobrar su buen sueldo a final de mes y nada mas. Ha dicho una palabra que lo describe muy bien: el morbo. Es así, están por el morbo de ver y entretenerse con la gente que esta desesperada, pero no lo hacen de mala fe, es solo para pasar el tiempo, son muchas horas y en algo tienen que divertirse.
ResponderEliminarSiento discrepar pero el agua Solan de Cabras no me parece de las caras. Me llama más la atención esa moda de beber agua embotellada aunque la del grifo esté bien.
ResponderEliminarComo políticos asi no apoyan la calidad del agua.
Las fotos en general muy bien escogidas. Nos falta mucha solidaridad igualdad y equidad.
Que algunos puedn robar y no kes pase nada y otros no tengan bi para ir adelante.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl ser humano cuando toca poder se pierde, esto ha sido y será sin importar el color político ni su época histórica, no existe ni la derecha, ni el centro, ni la izquierda, existe el poder envuelta por la capa de la Democracia, pero es todo falso.
ResponderEliminarEl análisis de la situación muy bueno, casi todos los que lo leamos estaremos de acuerdo que es una humillación por la que se debería intentar no hacer pasar a la gente sin recursos, pero, ¿y la segunda parte? ¿la solución? ¿cómo hacemos para controlar el dinero que se le da a la gente sin recursos? La corrupción es otro debate, que los políticos sean corruptos no quita que debe de haber un control sobre las ayudas pública.
ResponderEliminarLa solución es muy fácil, y de hecho ya lo hacen con todos los papeles que te piden al solicitar ese tipo de ayudas. El seguimiento sobra: un simple certificado online puede verificar si estás recibiendo más ayudas o no.
EliminarEl problema es que esos recursos en forma de personal y horas pagadas a funcionarios podrían estar dedicándose a perseguir a los verdaderos corruptos, eh ahí lo que no interesa hacer.
No puedo estar más en desacuerdo con todo lo que he leído en el texto. Por desgracia he tenido que acudir a los Servicios Sociales de mi municipio, y mi experiencia ha sido otra. Los Trabajadores Sociales (lo de asistente social es un término obsoleto) analizaron mi caso, y me ayudaron con lo que estaba en su mano. Finalmente me concedieron una ayuda económica, y posteriormente puede acceder a un proyecto de empleo al que me derivaron. Me trataron con el mayor de los respetos, y no me sentí en ningún momento investigado. Supongo que como todo en la vida, depende con que profesional te toque tendrás una experiencia determinada.
ResponderEliminarNo se por qué dices que es obsoleto, está en la RAE, y aún se mantiene en su última edición:
Eliminar"asistente social
1. m. y f. Persona titulada, cuya profesión es allanar o prevenir dificultades de orden social o personal en casos particulares o a grupos de individuos, por medio de consejo, gestiones, informes, ayuda financiera, sanitaria, moral, etc."
http://dle.rae.es/?w=asistente&origen=REDLE
El que académicamente lo denominen de una u otra forma me importa bien poco, es como a los velatorios que ahora les llaman "tanatorios" (de tánatos, https://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%A1natos), cuando "velatorio" sería más propio como definición de para qué sirven esos centros. Pero es que claro, es mejor ir de guay y decir "tanatorio" porque "velatorio" que siempre se usó en todas las partes en España suena a "viejo". Tanatorio hace referencia a la muerte, mientras que velatorio hace referencia a lo que se hace en esos sitios: velar.
Respecto a lo que comentas, mealegra que estés en desacuerdo y me alegra que en tu caso no haya sido así, porque si en todos los sitios hicieran lo mismo no se qué sería esto. Pero te aseguro que lo que he descrito, por asombroso y desproporcionado que parezca, ocurre tal y como lo he dicho. De hecho si alguien quiere más datos (donde es, en que sitio, comunidad y ayuntamiento) los puedo dar sin problemas (no públicamente porque afecta a personas que son de mí familia, pero si hay alguien que pueda verse afectado los puedo dar).
Trabajador Social es una titulación universitaria. Asistente Social es un puesto de trabajo, para el que suele pedirse o al menos puntuar el tener la titulación correspondiente.
EliminarEntre los asistentes sociales hay de todo, y no todos los días trabajan igual. A un conocido le han legado a amenazar con enviarle la policía, y lo curioso es que al final quien tenía razón no eran ellos. Pero claro, hasta llegar a aclarar la situación, ha habido trámites a docenas, y un estrés insufrible para una persona que se supone en riesgo de exclusión.
No es así como debería funcionar la cosa.
La que está liando Zapatero...porque la culpa es de Zapatero ¿no?.
ResponderEliminarSe trata de contradecir la lógica. Porque si quieres saber el zorro que se ha comido la gallina, tienes que buscar entre los que tienen la barriga llena.
ResponderEliminarEl artículo está bastante bien pero destila mucha óptica personal. Me imagino perfectamente dentro de un tiempo cuando salga algún caso de alguien que cobraba el paro o algún subsidio y que además nadaba en la abundancia, entonces nos rasgaremos las vestiduras preguntándonos ¿dónde estaban los servicios sociales y los mecanismos de control? Veo perfecto que se controlen los gastos de quien se le da dinero de todos , porque afirma no poder vivir con lo que tiene ¿no entiendo que problema le ves tu? Dicho esto , totalmente de acuerdo con que el mismo celo debería aplicarse para controlar los ingresos y el tren de vida de los políticos , porque ellos tienen posibilidades de aprovecharse de lo público y deberían tener el mismo control, supongo que la secretaría de lucha contra la corrupción que propone Iglesias iría por ahí.
ResponderEliminarLo de los funcionarios te lo podías haber ahorrado, siempre acaban dándole estopa a los pobres funcionarios, se piensa la gente que son como los polis de las películas, que dejan su vida personal, que tienen horario libre y que disponen de medios ilimitados para ayudar al público, hay lo que hay, y si existe una ayuda X y son necesarios unos trámites Y para concederlas ,, pues eso es lo que hay, están para hacer cumplir la ley. Y como en cualquier profesión los hay muy buenos, buenos , normales , malos y muy malos. Un saludo y espero que se mejore la situación.
Yo he sido funcionario y sé muy bien lo que se cuece entre los funcionarios, es evidente que para quien vive del cuento lo ve todo muy bien, claro.
EliminarGabriel, me gustaría creerte, pero es que yo no he conocido nunca un funcionario honesto. De verdad, te lo digo en serio. Y un país cuyo único aliciente para su población y cuyo mayor deseo es ser funcionario es un país que tiene un grave problema.
EliminarAunque, como dice Javier, quizá la culpa sea nuestra porque tenemos lo que nos merecemos. Vistos los comentarios de la mayoría, parece ser evidentemente así.
Dejemos que hable el Maestro para poder entender esta problemática: https://www.youtube.com/watch?v=L7W3XsVcEqs
ResponderEliminarAquí parece que todo el mundo opina así que ale, vamos a ello. A la mayoría se nota que se lo han dado todo hecho y que nunca han tenido que buscarse por sí mismos las habichuelas. Los servicios sociales (trabajadores sociales) son un desastre, nunca han hecho nada ni lo van a hacer porque están politizados hasta la médula. Les recomendaría a la familia del autor que acudiera a Cáritas.
ResponderEliminarLo de echarle la culpa a todos los funcionarios en general me parece bastante mal. Los que han despilfarrado el dinero público no han sido funcionarios, de hecho, han sido funcionarios algunos de los que han destapado los delitos de los políticos. Yo no conozco a todos los funcionarios, pero con los que trato de vez en cuando, personal sanitario y bomberos, estoy bastante contento con su trabajo.
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