Lo que llevas contigo es cuanto tienes. Y no más.

ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ha ido llevando a cabo una exposición gráfica por distintas localidades de la geografía española bajo el lema "the most important thing" ("la cosa más importante") en donde, a través de varias imágenes, se nos muestra a familias desplazadas que han tenido que dejar todas sus pertenencias atrás y cargar con lo único que podían llevar consigo. En algunas ocasiones es una moto y su familia. En otras ni siquiera eso: solo su familia.

Nixon, la marca de relojes, suele tener una bonita costumbre en cada uno de sus lanzamientos (o en muchos de ellos), y es el de poner a algún personaje que use el reloj (o que le guste, o que sea la imagen del reloj para la compañía), junto con su EDC (Every Day Carry) básico habitual. Me ha llamado la atención la última, en donde se presenta a la fotógrafa Molly Steele con su EDC más básico. En él podemos apreciar su preciada cámara fotográfica Yashica, un carrete, un cuaderno, una navaja y una naranja.




Por supuesto ella transportará bastantes cosas más (como documentación personal, para sus viajes por el mundo, como es obvio), pero no es ese el fin del EDC, sino el de inspirar en una instantánea la forma de ser, filosofía y estilo personal de quien lo lleva encima.

De inmediato me ha venido a la mente la imagen de la exposición que os mencionaba al principio de ACNUR, me ha llamado la atención la sencillez del EDC que exhibe Steele, y que bien pudiera ser -exceptuando por la cámara de fotos, seguramente para los refugiados hay cosas más importantes que llevarse consigo- el de cualquier refugiado.


Por otra parte, me ha parecido inspirador, muy diferente de esos EDCs que ves en multitud de páginas norteamericanas donde abundan y sobreabundan las navajas, pistolas, balas, linternas... La naranja me ha llamado la atención también, y hace referencia muy clara a la frescura, a tomar la vida según te venga y aprovechar lo que tengas a mano. Y para eso de "aprovecharla" precisamente es para lo que está la navaja, para quitarle la monda a la naranja (y no para "atravesar zombies", como algún que otro tarado estadounidense seguramente supondría).

Como veis es claramente sugerente, sencillo (como ha de ser todo EDC, se supone que es para llevar contigo a diario, no para hacer una expedición, que parece que muchos lo confunden) y en el cual todo tiene un sentido. En el centro vemos la antigua cámara de fotos, que es la dedicación principal y pasión de Molly. A un lado, por supuesto, el reloj Nixon. No podía faltar un cuaderno de dibujo y de notas, claramente motivador, la naranja, el carrete...


En resumen, es una foto bastante evocadora en su sencillez, que quizá me anime a que, algún día, ponga yo mi EDC que probablemente sea muy básico, en donde habrá mi digital de Casio, el F-24, mi brújula (analógica, por supuesto), mi tarjeta Victorinox, la pulsera de mi hermana que siempre llevo conmigo, la cruz de colgante en mi cuello, y poco más. Sí, mi libreta de apuntes y mi bolígrafo también. Y es que, como decía tan acertadamente J. M. Peman, pocas cosas se necesitan. Cuantas más tengas, más atado estarás a ellas y menos libre vivirás.

No voy de la gloria en pos
ni torpe ambición me afana,
y al nacer, cada mañana,
tan sólo le pido a Dios:

casa limpia en que albergar,
pan tierno para comer,
un libro para leer
y un Cristo para rezar.


Que el que se agita y afana
nada encuentra que le llene,
y el que menos necesita,
tiene más, que el que más tiene.


Quiero gozar sin pasión,
esperar sin ansiedad
sufrir con resignación
morir con tranquilidad,

viví como un peregrino,
que, olvidando sus dolores,
pasó cogiendo las flores
de los lados del camino;

cantando he dejado atrás
la vida que recorrí;
pedí poco y tuve más
de lo poco que pedí;

que si nadie me envidió
en el mundo necio y loco,
en ese mundo tampoco
he envidiado a nadie yo.

He resuelto no correr
tras un bien que no me calma;
llevo un tesoro en el alma
que no lo quiero perder,

y lo guardo porque espero
que he de morir confiado
en que se lo llevo entero
al Señor, que me lo ha dado.

J. M. Peman. "La vida sencilla".

| Redacción: Bianamaran