Prueba: Inoxcrom 55, el bolígrafo insuperable en su gama

Con la intención de hacerle caso a Apolino Apolinos y su recomendación de una pluma estilográfica Inoxcrom, me acerqué al ECI para adquirir una. Por un lado tenía sentimientos enfrentados, porque las plumas estéticamente me gustan (y mucho) pero su roce con el papel y esa sensación de "rasgar" que tienen, de "arrastre" por el contacto con la punta en el papel me resultaba francamente incómoda. Además, recordaba los tiempos en los que escribía con estilográfica y cómo iba rompiendo una tras otra (se quedaban atascadas, la tinta no fluía adecuadamente, tenías que tener siempre la estilográfica en determinada posición...). No podía tampoco quitarme de la cabeza el gasto constante en cartuchos, consumía recarga tras recarga como si fuera una piraña, y muchos de ellos no conseguía que los exprimiese al máximo y tenía aún que tirarlos con algunos milímetros de carga.

Eso no es todo. Si el papel era de buena calidad no había problema, pero si era, como el que yo usaba, reciclado, ecológico o poroso, la punta de metal terminaba saturada de porquería y cada dos por tres tenía que detenerme a limpiarla, incluso había veces que era obligado "desdoblarla" porque con la presión de horas y horas escribiendo tendía a doblarse, y si eso ocurría, aunque fuese mínimamente, la comodidad de escritura descendía brutalmente.




A las estilográficas y los bolígrafos siempre los he comparado con los relojes mecánicos y de cuarzo. Por un lado los mecánicos no requieren pila, tienen ese aroma a longevo, antiguo, artesanal, pero los de cuarzo son extraordinariamente más útiles en el día a día.

En el otro extremo me atraen otras cualidades de las estilográficas, como son sus recargas más baratas, y algo que me entusiasma especialmente: el que la punta sea la misma siempre. En un bolígrafo con el recambio cambias de punta, y al ser ésta construida en materiales bastante caros y exclusivos (el tungsteno), cada vez que la tiras y no la reciclas (ahora mismo la opción del reciclaje para el tungsteno no existe, por desgracia) te da un poco de lástima, sientes remordimiento de conciencia. Es verdad que solamente son unos miligramos de tungsteno, apenas apreciables, pero si se suman todos los bolígrafos de esta índole que lo usan terminan siendo cantidades bastante notorias.


Con las estilográficas no ocurre eso, porque si puedes conseguir una con una buena punta de tungsteno, ésta la podrás conservar y usar sin límite de tiempo. Por desgracia tienes los otros inconvenientes que ya os comenté al principio. Las estilográficas están bien para firmar documentos en papel de buena calidad (como hacen mandatarios, ejecutivos y políticos...) pero para escribir sin parar es otro cantar. Además, tienes el problema de que no puedes presionar mucho el papel con ellas, lo que es un impedimento cuando, por ejemplo, las quieres usar para rellenar documentos administrativos que están dotados de calco.

Aún así, decidido a darle una última oportunidad a estos instrumentos de escritura, decidí ir a por una para probarla un tiempo, en concreto la Inoxcrom Basix Office que nos comentaba Apolino. Pero mi gozo cayó en un pozo cuando, mirando y remirando entre los estantes, no había nada de estilográficas de Inoxcrom. Sí había estilográficas con dibujitos "para niños", estilográficas de marca blanca, estilográficas bastante exclusivas (de más de 20 €, lo que se salía de mi presupuesto...). Pero entonces me encontré con que en la sección de Inoxcrom había nuevos bolígrafos: la serie Fiesta del modelo 55. Son colores chillones para un bolígrafo (demasiado chillones a mi parecer, para la estética tan clásica del boli) pero no pude quitarme de la cabeza el modelo en rojo. Era llamativo, estridente, coqueto y muy seductor, como un G-Shock de Hyper-colors que o te gusta o te desagrada totalmente. Tras mi fracaso con el Inoxcrom 77 por su construcción y por su color tan "amarronado", me decidí por este color rojo sin concesiones, un rojo realmente exuberante. También tienen un verde lima, por cierto, que aunque no soy mucho de verdes reconozco que en su estética está fenomenal.


Así que decidí dejarme atrapar por este rojo, que aunque en fotos por Internet me pareció demasiado llamativo, en vivo me cautivó realmente. Además, es un rojo al que se van las miradas, y siempre he preferido que al escribir el bolígrafo atraiga las miradas, y no yo.

No es mi bolígrafo definitivo, de hecho el que elegí es otro que os presentaré, pero no podía dejarlo pasar por apenas 4 € que cuestan estos Inoxcrom 55. Además, tenía las ganas de hacerme con uno de esta serie, por lo que así consigo todo a la vez en un único producto: el 55, la versión Fiesta, y el acabado rojo.


En cuanto al bolígrafo, es pesado como el Inoxcrom 77, lógicamente lo es porque es de acero -por ese precio no se puede exigir tampoco "la luna"- pero sin embargo el 77 se maneja algo mejor al tener el peso mejor distribuido (el mecanismo central ayuda lo suyo, mientras que éste el pulsador en la parte superior hace que sea esa zona la que más pese). Si tienes que firmar en un documento y usarlo un par de segundos no hay problema, pero si vas a estar escribiendo durante horas ese peso te acabará suponiendo un suplicio.

Por contra, dejando de lado el tema del peso, respecto al 77 todo son ventajas: mecanismo de pulsación superior de una factura exquisita y con un movimiento fluido pero robusto, con un click "potente" en donde se nota la construcción en metal. Un mecanismo muy probado y hecho para durar (y durar más que el del Inoxcrom 77, por cierto). Además, la unión entre las dos cañas del cuerpo es perfecta, se nota el contacto del metal que "rasca" la parte de resina a color, pero es obvio y lógico tratándose de que son dos materiales bien distintos. Aún así se puede apretar sin miedo, y con un poco de cuidado tenemos garantía de que podremos disfrutar de bolígrafo por años.


Me ha gustado especialmente la zona de unión del clip, en la parte superior, bajo el mecanismo pulsador, y que va anclada a éste insertada en el propio cuerpo metálico. Es un gran acierto, mucho mejor que el de mi anterior Inoxcrom Toledo (en donde el clip acabó desprendiéndose del cuerpo, como vísteis en su día), y parece también mejor que el del Inoxcrom 77, aunque tengo que reconocer que el acabado del 77 es mejor (en el 55 el clip tiene una especie de minúscula oquedad en la parte de la unión, cosa que en el 77 no ocurre).

Sobre comodidad de escritura, como ambos bolígrafos tienen una anchura similar (el 77 y el 55), lo dicho para el Inoxcrom 77 sirve para éste: una terminación en la parte inferior de la caña demasiado estrecha y fina, además, el acabado brillante es muy suave y los dedos tienden a deslizarse. Diez minutos escribiendo con él y acabas escribiendo con los dedos rozando el papel. Aún así es un buen bolígrafo, atendiendo a lo que puedes encontrar por ahí y a lo que se vende hoy día -y más aún a ese precio-, pero si Inoxcrom hubiera mejorado el grosor de la zona de agarre (y le hubiera puesto las estrías del Toledo, por ejemplo) estaríamos sin duda ante un bolígrafo excepcional. Por desgracia eso no ocurre y el 55 no pasa de ser mediocre en al aspecto de comodidad y ergonomía.


En cuanto a recambios no hay problema, funciona con recambios tipo Parker como el 77 que, además, en Inoxcrom son bastante buenos y duran un tiempo prudencial. A esto hay que añadir que podemos elegir recambio de tinta gel o convencional, con lo cual podremos usar nuestro tipo de tinta preferida sin necesidad de cambiar de bolígrafo.

Resumiendo, podría decir que el Inoxcrom 55 es, por mecanismo, funcionalidad y construcción, uno de los mejores bolígrafos del mercado. Mejor que el 77 (a mi parecer), pero ambos son, indiscutiblemente, una buena elección. Eso sí, son del tipo de bolígrafos que antes de adquirirlos conviene probarlos, porque a la hora de escribir puede que te resulten verdaderamente desagradables. Por otra parte, las marcas competidoras que venden modelos similares lo hacen a precios notoriamente más altos y no se puede decir que ofrezcan algo mucho mejor, así que ambos bolígrafos, el Inoxcrom 77 y el Inoxcrom 55, son francamente recomendables.

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| Redacción: Bianamaran