Hombres sin futuro... por ser hombres

Hace unos días se celebró el denominado "día de la mujer". En él se demandaron muchas cosas, pero una de las principales fue el equiparar los sueldos de las mujeres a los de los hombres. Antes de seguir, empiezo diciendo que me parece muy bien y veo no ya lógico, sino de justicia, que si ellas trabajan igual también cobren igual que los hombres.

También digo que en la gran cantidad de empresas por las que he pasado a lo largo de mi vida (que fueron muchísimas) en todas nuestras compañeras cobraban lo mismo que nosotros. No conocí -ni conozco- ningún caso en donde esto no sea así. Puede que sí se dé en puestos de la alta dirección, donde los ejecutivos se ponen sus propios sueldos, pero desde luego en "el mundo currante" no creo que se dé.




No obstante también me pregunto si eso no tendrá que ver -junto con muchas otras cuestiones, como las curvas claro- el que las féminas tengan presencia en una enorme cantidad de trabajos prohibidos para los hombres... Solo por ser hombres.

Esta misma mañana salía de la casa donde estoy temprano, y al final de la calle vi una gran aglomeración de mujeres frente a un bar. Llegué a pensar que había ocurrido alguna desgracia cuando empecé a ver uniformes y entonces me di cuenta que eran las empleadas de un centro comercial cercano que estaban tomando el primer café de la mañana antes de entrar a trabajar. Me quedé unos instantes viendo que todas, absolutamente todas (carniceras, panaderas, cajeras...) eran mujeres.


Mientras seguía mi camino empecé a encontrarme con los operarios de la basura. Esos basureros han tenido que retocar su plantilla y ahora, por imperativo legal (y para seguir con la concesión) el ayuntamiento les ha exigido que en su plantilla ha de haber un determinado número de mujeres. Da igual si hacen el trabajo peor que un hombre o si en el proceso de selección se presentan cien hombres y dos mujeres: tienen que elegirlas para hacer su plantilla paritaria en cuanto a sexos.

Luego he tenido que pasar por el antiguo INEM y he visto con solo echar un vistazo a mi alrededor cómo las mujeres copaban la mayoría de puestos en las mesas. La persona que atendía mi caso también era mujer. Y la que finalmente me atendió tras el mostrador, otra señora.


Repito que me parece lógico y esta claro que si ellas aprueban las oposiciones y son más inteligentes y listas que los hombres, pues obtengan esos puestos. Lo veo perfecto y normal. Pero ahora vayamos a puestos en donde no es necesario opositar.

En un momento dado de mi vida, por simple curiosidad y para tener alguna formación relacionada con el mundo sanitario, decidí obtener el título de cuidados auxiliares en enfermería. Con ese título bajo el brazo fui a una empresa dedicada a cuidados de la tercera edad, para cubrir una plaza que demandaban. La dueña -otra señora- rechazó mi solicitud. Se dio la coincidencia de que por aquel tiempo tenía a una amiga que estaba desempleada y le había comentado esa misma oferta. Esta chica, al día siguiente de presentarme yo, sin título alguno, sin experiencia y sin nada, mi amiga ya empezó a trabajar en esa empresa de cuidados para mayores. Luego duró en ella apenas dos meses, pero ese es otro cantar. Recuerdo las conversaciones que tuvimos al respecto, y cómo esa empresaria lo que quería eran mujeres, aunque no lo hubiera puesto en el anuncio. Lo mismo ocurre en la hostelería (todos los hosteleros prefieren camareras), la cocina, y no hablemos el hogar para el cuidado de la casa, de niños o de mayores.


"Bueno, a los hombres todavía nos quedan los puestos de fuerza bruta". No estéis tan seguros. Dentro de unas semanas dará inicio la campaña de recogida de la fresa, un trabajo por peonadas y bastante duro. Hace unos días decidí ofrecer mi solicitud, y me quedé bastante asombrado cuando el empresario me hizo ver claramente que lo que buscaban eran mujeres. ¿Mujeres para la recogida de la fresa? "Nosotros somos hombres", lo que me dio a entender que aparte de que les realizaran el trabajo ellos querían también "contemplar el paisaje". Algún beneficio "extra" esperarán sacar también, no es extraño que algunas de las chicas prefieran ahorrarse largas jornadas bajo un sol de justicia a cambio de "pago en especia" (no quiero ser malpensado pero así son las cosas y a estas alturas no me voy a sorprender de que hombres sin escrúpulos se aprovechen de las necesidades de mujeres que solo quieren ganarse un sueldo).

Yo también fui una de esas personas que en su momento llegaron a inscribirse a cursos para cajeras y cajeros en el DIA (cuando esos supermercados hacían ese tipo de cursos, con el fin de luego entrar a trabajar en sus centros). La mayoría de las que fueron elegidas para hacerles un contrato tras concluir el curso fueron mujeres. De hecho muchos de los hombres que se presentaron "sospechosamente" ni siquiera superaron el proceso de selección. Cuando lo comenté, las jefas, encargadas y compañeras, poco menos que se rieron de mí. Me miraron con displicencia como diciendo: "qué inocente eres".


Y no lo digo con desprecio, las mujeres poseen muchísimos mas recursos que nosotros. Quizá se pueda pensar de que la culpa se encuentra en los puestos directivos, manejados por hombres, pero cuando las dueñas de las compañías (o los altos cargos) son ellas, ya veis como os he contado antes que también prefieren a mujeres. Quizá porque se lleven mejor entre sí o yo que sé.

Pero no os descubro nada porque seguramente conocéis multitud de casos en donde las mujeres tienen muchísimas mas posibilidades que los hombres. La mayoría de los que están sin trabajo a mi alrededor son hombres, las mujeres que conozco, en una cosa o en otra, todas han conseguido algún trabajo para seguir adelante.


En el día de la mujer empresas, sindicatos, organizaciones y administraciones han dedicado multimillonarias campañas en defensa de las mujeres (y muchas veces a la par en contra de los hombres), peleando por sus derechos y reclamando más privilegios. Todo eso no me parece mal, yo soy el primero en defenderlas, pero cuando luego los hombres nos encontramos en peor situación que ellas, a nosotros ¿quién nos defiende?

| Redacción: Bianamaran