23.10.16

Superhéroes de infancia


Cuando era pequeño uno de los superhéroes que triunfaba era Superman. En el colegio del pueblo todo el mundo se conocía, y cada uno de los alumnos tenían su especial carisma o habilidad en la que destacaba. Algunos cantaban bien, otros jugaban bien al fútbol o eran buenos en matemáticas. Yo era hábil diseñando (o todo lo que se podía con pocos años...) y mis compañeros solían hacer cola para que les dibujase su superhéroe. A mí me daba lástima cuando me pedían alguno y no podía hacérselo, porque en aquella época yo solo conocía a Superman.

Sin embargo pronto Spiderman comenzó a hacerse famoso (sobre todo gracias a una serie de dibujos animados), y pronto comenzó a ser mi superhéroe favorito por encima de Batmans, Capitanes América, y tantísimos otros que enseguida empezaron también a popularizarse (a la sombra del principal de todos, a mi entender: Superman).




He perdido la cuenta de las tardes, y días, que me pasé con Spiderman. Cuando una vez llegué del hospital, allí tenía esperándome un montonazo de sus cómics, procedente de la colección de un vecino que me los había prestado (mejor dicho, se los había prestado a mi madre). Pero lo que más me entusiasmó fue cuando un día mis padres llegaron con un cómic compacto, tamaño bolsillo, de aquellas recopilaciones que se hacían a principios de los ochenta. Se trataba de un grueso recopilatorio a tamaño de la mitad de un folio (A5), por lo que era muy cómodo de manejar y de leer. Me encantaba aquel cómic y perdí la cuenta de las veces que repasé en él una y otra vez las aventuras del hombre-araña.

Dada mi pasión por Spiderman, algo después mis padres me regalaron su muñeco de goma, muy resistente y muy apto para las manos y los maltratos de un niño.


Todo aquello pasó aunque me sigue gustando Spiderman y es, sin duda, el superhéroe con el que mejores ratos he pasado. Sus series de animación me encantaban, especialmente la de "las nuevas aventuras de Spiderman", lástima que la perdí cuando se me estropeó el disco duro, porque tenía todos sus capítulos.

Lo que sí conservo es un bonito detalle que, hace muchos años ya, me regaló mi hermana. Nunca me he desprendido de él porque me parece encantador y, además, aúna mi superhéroe favorito con la elegancia y la belleza de su variante femenina: Spidergirl. Es una figurita minúscula, de estas que salían en los huevos de chocolate, y gracias a ello puede conservarse mejor, en su cápsula original. Es además de ese tipo de adornos que me encantan: pequeños, fáciles de transportar, y ligeros. Además, como podéis comprobar, a pesar de su minúsculo tamaño está muy bien hecha.


Otra curiosidad es su cabello. No he visto ninguna Spidergirl con coletas, supongo que la harían así para evitarse la complicación de la melena, aunque bien podrían haberlo solucionado con una coleta de caballo. Sea como fuese, esa particularidad es un detalle que me atrae también mucho, porque le aportan una imagen muy simpática.

Por desgracia cómics de Spidergirl no había de pequeño (o al menos no tuve), porque sino seguramente me hubiese encantado tanto o más que su variante masculina. Si os gustan a vosotros también los superhéroes, seguro que entendéis lo bonita y atractiva que es ésta coqueta y simpática figurilla.






| Redacción: Bianamaran.blogspot.com

1 comentario :

  1. Nunca fui de comics, pero sí de super-heroes. Como tu, al principio sólo conocía Superman, imagino que por el cine. Luego Spiderman por los dibujos, Batman otra vez por el cine, ...

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