Mucho se está hablando estos días sobre nacionalismo, y sobre la existencia de un supuesto "estado catalán", o "identidad catalana". Ahora bien, ¿es eso suficiente como para dividir un país? Algunos partidos políticos, incluso "constitucionalistas", están hablando cada vez con más insistencia en reconocer una cierta "soberanía catalana", una cierta "nación" dentro de la nacionalidad global de España.
Pero sin entrar a valorar sobre si esa maraña de "estado" es legal, o ni siquiera si tiene encaje en un sistema de división de territorios como el español (ni siquiera en un estado federado), habría antes que aclarar qué es eso de "la identidad catalana".
Hasta hace cuatro días nadie lo sabía y, ahora, parece saberlo todo el mundo. Eso si, bajo sus propias ideas y puntos de vista.
Muchos se aferran a la historicidad de Cataluña, incluyendo en esto a la Corona de Aragón, de lo cual daría para hablar largo y tendido, pero sin entrar en profundidad en ese tema, los que lo dicen lo hacen con tal ligereza que pareciera como si el resto de comunidades autónomas hubiesen aparecido con la transición y por arte de magia. Otros, se aferran al apoyo de unos dos millones de catalanes por su independencia (que, dicen, esa es la cantidad de personas que votaron en las últimas elecciones autonómicas a partidos independentistas), olvidándose que antes no era así y que ese interés mayoritario surge por dos causas: la primera, por la acción de las políticas catalanas en el adoctrinamiento, cambiando incluso los libros de texto para ir formando personas con un desarraigo muy pronunciado hacia España, y también por la permisividad (cuando no el favorecimiento por intereses lucrativos y por cobardía) de los distintos gobiernos centrales, que han preferido mirar hacia otro lado y hacer la vista gorda ante lo que estaba ocurriendo en Cataluña.
Pero aparte de todo eso, si Cataluña reclama su independencia con esos argumentos, ¿por qué no podría hacerlo Canarias? O Asturias, que tiene también una identidad histórica incuestionable, o el País Vasco, o Galicia... De hecho, y por las mismas razones, ¿por qué no se le devuelve Al-Andalus a los musulmanes? Puestos a "repartir territorio", los musulmanes no tienen menos derechos a reclamarlo que los catalanes, máxime cuando se le fue arrebatado con la fuerza.
Tal vez deberían recordar todos, los catalanes también, cómo era España hace no tantos años.
Cuando veo a los políticos hablando, me doy cuenta que la mayoría son personas jóvenes, que no solo no han vivido de primera mano la transición, sino que ni siquiera saben lo que era el régimen franquista, aunque se les llene la boca hablando de él como si hubiesen estado presentes.
Una gran mayoría de ellos, por edad, nacieron en un país con una libertad impensable y crecieron en un clima que no han sabido (ni saben) valorar.
Y es que, hasta los primeros años de la década de los ochenta, así era nuestro país, y eso era lo que estudiábamos los que íbamos a la EGB de entonces. La "Catalunya" de ahora era Cataluña, así de claro, y "A Coruña" era "La Coruña". El País Vasco no existía, en su lugar estaba Vascongadas, y las Castillas eran Castilla la Vieja y Castilla la Nueva. Y tampoco existía Cantabria, que formaba parte hasta hace no tantos años de Castilla la Vieja, mientras que León tenía un amplio territorio, y Madrid estaba integrado en Castilla la Nueva. No estoy hablando de hace quinientos años, ni cien, sino de hace poco más de treinta años. Así estaba de unificado España, y así lo vivimos muchos durante muchísimos años.
Muchos probablemente -los que tengáis más años, claro- recordaréis este mapa colgado de las paredes de nuestra clase, con la foto del "caudillo" en un marco muy cerca.
No quiero decir con esto que volvamos a los tiempos pasados, sino que, si empezamos a repartirnos España, ¿en qué se queda entonces nuestra nación? ¿En Madrid y provincia? ¿Esa es la España a la que quieren derivarnos?
En un mundo globalizado como el actual, pensemos en unir y no en separar, y el viejo mapa de la vieja España es un buen recurso para recordarnos a todos, independendistas de una provincia y de otra, que hubo un tiempo en que España era solo una nación única, con un territorio perfectamente unificado y unido. Quizá este mapa deberían tenerlo ellos mucho más presente, porque era también la España en que vivíamos muchos de nosotros. Incluso en el despacho de más de un político sería aconsejable que sustituyese su mapa actual por uno de éstos, aunque solo sea para recordarle de dónde proviene. Nuestra España. La de todos.
| Redacción: Bia-namaran.blogspot.com
Me encantan estos mapas de la época. ¡Qué recuerdos!
ResponderEliminarSobre la cuestión, mi punto de vista es que los políticos, hacen su trabajo, e influencian a los votantes (manipulación). Bajo el principio de divide y vencerás, son conscientes que es mejor ser líder de un grupo pequeño, que no ser nadie de un grupo grande. Mejor mucho poder sobre un grupo pequeño, que nada sobre un grupo grande.
Los argumentos han ido cambiando con los años. Desde factores de identidad y culturalidad al comienzo del independentismo en los años 80, el motivo económico y de desequilibrios en la balanza de pagos-ingresos en el 2000, hasta el actual de ejercicio de la libertad.
Debe darnos que pensar que unas elecciones que unos consideran ilegales, otros totalmente válidas, y yo un punto medio, que las clasifico como indicativas (faltaron controles de imparcialidad por terceras partes) hayan arrojado este resultado. Lo cierto es que cuando Cataluña escogió unirse a la Corona de Aragón, fue un acuerdo por ambas partes. Y cuando Cataluña y Aragón, decidieron anexionarse a Castilla también. Por tanto es lógico pensar que romper ese acuerdo, no es algo que dependa sólo de los catalanes, sino también de los aragoneses, y los castellano al menos.
Es como un divorcio, cuando una pareja se ha casado de mutuo acuerdo, la separación no puede ser unilateral, debe ser en los mismos términos. Si no hay acuerdo bilateral, entonces entra en juego una tercera parte, que no es ninguno de los dos cónyuges, esto es, el juez. Quizás lo que ocurre aquí, es que nadie es juez, tal vez porque quieren mantener "la amistad" con ambos cónyuges, y que vienen a decir, que cada uno se lave los trapos sucios en su propia casa.
Muy buen apunte el de la Corona de Aragón, Guti. Yo no quería tocarlo porque no sabía muy bien cómo hacerlo sin extenderme, pero como es habitual en ti, lo has sintetizado perfectamente.
ResponderEliminarLo que ocurre es que si Cataluña se independiza (que no digo que tenga o no derecho a hacerlo, ya sabes lo que opino sobre las fronteras), pero que si lo hace, no veo por qué no podría hacerlo también Galicia, País Vasco..., o los moros reclamar al-Andalus. Por esa regla de tres, tampoco vería por qué no Italia podría reclamar toda Hispania (y las Galias :D), y es que si recurrimos a argumentos históricos, pues nos vamos a la prehistoria y ale, nadie es dueño de ningún territorio. Que eso es lo que debería ser (claro que es un mundo idílico que no va a suceder, por desgracia, pero sería lo mejor).
Hay que ver lo que desvive la gente por un pedazo de tierra de nada, dentro de un planeta perdido en la galaxia, que total a fin de cuentas van a tener que dejar aquí y que dentro de veinte o treina años puede ser que no lo quieran otros ni regalado. Una soberana tontería.
ResponderEliminarcomo mexicano, les diré que piensa el mundo de este despapaye: Como demontres es que después de tantas décadas unificados, el separatismo sigue siendo argumentado en España? Como es posible que el gobierno fracase de tal manera en crear una identidad nacional que los separatistas tengan peso?. Olvídense de si el plebiscito estuvo bien o mal, como es posible que mas del 2 por ciento del pueblo catalán sea separatista?
ResponderEliminarPues sí, realmente son muy buenas preguntas, que yo también me hago.
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