24.1.16

La licencia que todos queríamos tener


Tras la bici, el paso natural era la moto. Pero la moto ya eran palabras mayores, sobre todo si tu economía no te permitía demasiados excesos. Mientras que la bicicleta simplemente era ahorrar para ella, irte a una tienda, adquirirla y llevártela a casa, en la moto tenías que sortear toda una serie de dificultades, sobre todo enfrentarte a una tonelada de burocracia como era seguros, impuestos y, además, ahora matriculación (antes no teníamos ese problema, no era necesario matricular ciclomotores).

Pero el primero de esos pasos empezaba con la licencia de ciclomotor y cuadriciclos ligeros, una palabreja (esa de los cuadriciclos) que la mayoría no habíamos oído en nuestra vida.




En mi primer viaje que hice a las islas de Baleares me dí cuenta de una cosa: que si quería regresar a un sitio así tenía que ser "motorizado". Acostumbrado como estaba a andar en bicicleta de montaña por carreteras secundarias y por todo tipo de caminos, nunca había tenido la necesidad de "motorizarme". La bici me llevaba a donde quería, a ritmo lento o sufriendo, pero siempre seguro y a salvo. Pero las Baleares cambiaron totalmente mi chip. Allí bicicletas no se veían ni en broma (no se como será ahora), toda la infraestructura y servicios estaban creados pensando en por y pro los coches y las motos. Para ir de un extremo a otro caminando tenía que hacer malabarismos, atravesar calles con los semáforos de una punta a otra (para que los coches no tuvieran que frenar demasiado y les resultara más cómodo conducir, repito que eran ciudades y pueblos pensadas para coches), y el clima tampoco facilitaba demasiado ni te animaba a moverte, de hecho si no ibas en coche hasta a recoger el pan parecías un bicho raro. Hasta te miraban mal.

Ni qué decir tiene de asentamientos hechos por y para turistas, principalmente alemanes, los cuales, con una billetera bien gorda en su bolsillo, manejaban coches de alquiler sin posar un solo pie en el suelo. Llegaban del aeropuerto y de ahí al coche, al hotel, al chiringuito, a la playa y a la discoteca. Regresaban a Alemania sin haber puesto un pie en tierra ni haber dado un paso en terreno que no fuera la arena de la playa o el suelo artificial de los edificios que visitaban.

Así que me dije a mí mismo que si quería hacer algo tenía que ser sobre una moto.


Obtener la licencia por aquellos años no era difícil (confieso que no se absolutamente nada de cómo será ahora), en menos de una semana, en concreto cuatro días de clases en una autoescuela en donde la mayoría eran chicos con acné que acababan de cumplir los catorce años, nos la dieron. De hecho yo falté el último día (no me apeteció ir, y la mayoría de los chicos faltaban siempre, pero no importaba mientras pagaras a la autoescuela) y me la dieron igual. Ni tan siquiera tuve que pasar por tráfico y me la dieron en la propia autoescuela.

Recuerdo, además, el psicotécnico, nada que ver con el actual en donde para renovar el carnet de conducir te preguntan hasta cuantas veces te sobas los mocos al día. En mi primer psicotécnico para la licencia de ciclomotor la chica solamente me llevó ante el cartel de las pruebas oftalmológicas para comprobar que no estaba ciego, y andando.

Por cierto que luego no compré ninguna moto: acabé quedándome sin trabajo y ya no podía permitírmelo. Luego decidí obtener el carnet de coche, que me pareció más útil y razonable y que me compensaba más. Y quería sacarlo porque quería, al más puro estilo "road movie", adquirir un coche de segunda -o tercera- mano y recorrer un verano España con él. Como suele pasarme, cambié esa idea y en lugar de recorrer España en coche recorrí mi región en bici. Si es que inevitablemente "la cabra siempre tira al monte". Y ahora, si volviese a Baleares -que no creo- llevaría o alquilaría una bici, y me despreocuparía del coche o de la moto. Es evidente que conmigo los árabes con su petróleo no iban a ganar mucho, lo sé.


| Redacción: Radio Ibérica

5 comentarios :

  1. Hagas lo que hagas disfruta el momento, habrá ocasiones que con la bici estarás muy feliz y encontrarás otras situaciones en las que será inevitable como bien comentas tener a mano una moto y echar a correr, depende del momento y del lugar, lo del asunto del papeleo ya es otro cantar, aquí ya sabemos que cuantos más movimientos de papeleo nos obligan a realizar más caja hacen ellos, no interesa la eficacia, interesa la lentitud burocrática hasta para sacarse una simple licencia de cuatrimotos…., esto va en el Pack.

    Saludos Nelbu. ¿Como has quedado con el Inoxcrom 55, te lo agenciaste al final?

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    1. Gracias Apolino; es cierto, cada ocasión a veces requiere que necesites un transporte diferente, aunque inevitablemente sin querer o queriendo yo siempre acabe encima de una bici :D Ya sé que me he roto la crisma con ella... pero con una moto seguramente también.

      El Inoxcrom estoy en ello, voy a escribir un post sobre el particular cuando tenga el que busco en mis manos, porque con el Inoxcrom (raro en mí... :D ) he tenido algún problema (no encontré el Inoxcrom 55, compré el Inoxcrom 77 y mejor no lo hubiera hecho :D). Ya lo pondré. Además, algo de lo que me he dado cuenta es que la tonalidad de bourdeos que tienen los Inoxcrom ahora no es la misma que la que tenía el Toledo que mi madre me había regalado, lo que me ha causado bastante desilusión... Es raro que a pesar de que sea un rojo muy parecido, no sea el mismo. Las fotos en internet engañan bastante, en vivo es otra cosa y es más tirando a marrón, y no es un rojo tan bonito como el que trae el Toledo.

      Saludos Apolino, gracias por comentar.

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  3. La tonalidad que buscas en Bourdeos creo que la encontrarás en las Parker Jotter, con respecto a lo que cuentas de la Inoxcrom 77 ya nos contarás con mas detalles, pero llevo un tiempo con el asunto de la escritura y actualmente los Japoneses son los números 1 indiscutibles, duele reconocerlo pero se han convertido por meritos propios en los mayores artesanos del planeta, ya sea en relojes, plumas ( Sailor, Pilot…) , cámaras de fotos, videos, Coches… lo que quieras, es alucinante el mimo que tienen los Japoneses con sus productos, han desbancado casi por completo a las clásicas Parker, Waterman y compañía.

    Los Inoxcrom son mí debilidad, al ser producto nacional y pata negra, yo he apostado por ellos y me ha ido muy bien, de todos modos es casi normal hoy en día encontrarse con algún problema, ya hablaremos del tema cuando lo tengas a bien poner el Post, creo que Guti tiene mucha experiencia al respecto y algo de luz podrá aportar al respecto.


    Saludos Nelbu.

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    1. Parker está genial, lo admito, pero mi problema con los Parker es más bien psicológico (y ya sabes cual es :D).

      En cuanto a Inoxcrom estoy completamente de acuerdo, de hecho los recambios que uso son de ellos y espero que, aunque las cosas les hayan ido tan mal, puedan seguir estando bien presentes en este competitivo mundo de la escritura (que tú muy bien sabes que es bastante difícil sobrevivir).

      En cuanto a Guti disfruto muchísimo con sus posts sobre plumas estilográficas, y reconozco que se me van los ojos con algunas que ha puesto de titanio y cosas por el estilo, él está muy por encima de mí en ese sentido, yo son simplemente "bolis" como quien dice :D Aún así es agradable descubrir y debatir con personas que, tanto Guti como tú, mantienen todavía un gusto por la escritura que va más allá del simple hecho de escribir. Guti tiene y presenta cada pluma que son auténticas obras de arte y placeres a la vista.

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