21.6.16

Bolígrafos de colores


Cuando íbamos al colegio una de las cosas que nos hacían más ilusión eran los bolígrafos de colores, y el culmen de ello era que el profesor o profesora nos pidiera que realizásemos determinado texto (un rótulo, un título...) en un color diferente, normalmente el rojo.

Recuerdo que por aquéllos años triunfaba el color azul, era "el más legible" (decían) y "el que menos molestaba a la vista" (también decían). Así que el azul invadía y protagonizaba la mayoría de cuadernos de la antigua EGB.




Bien es cierto, no obstante, que algunas personas se las arreglaban para poner otros colores. Yo en cierta forma envidiaba a algunos de mis compañeros (sobre todo niñas) que eran capaces de combinar títulos en rojo, partes de esquemas... Claro que eso era casi una consecuencia lógica del hecho que muchas de ellas lo hacían por la costumbre (ya casi extinta) de pasar "apuntes a limpio", que era el momento donde podían tener la oportunidad de "adornarlos". Yo bastante tenía con poder tomar apuntes, sin más, y como en mi casa las hojas de los cuadernos estaban contadas, mejor ni se te ocurriera pasar nada "a limpio".

Así no es extraño que durante toda mi etapa colegial yo tuviese una guerra constante "contra el azul", intentando usar siempre que podía el negro y, cuando lo tenía en mis manos -las pocas veces que conseguía un bolígrafo de tinta negra-, era para mí como si hubiese fiesta.


De manera que era algo natural el que en el resto de estudios y cursos que hice posteriormente eligiera el negro, y siempre compraba bolígrafos de tinta negra. Había quedado del azul "hasta la coronilla", pero no por el color -que ninguna culpa tiene-, sino simplemente por elegir algo diferente, tener la oportunidad de hacer las cosas "a mi modo", aunque fueran las mismas cosas que el resto (o sea: tomar apuntes).

Por aquella época me desesperaba cuando llegaba a una tienda, papelería o librería, y pedía bolígrafos BIC en negro y no tenían. Así, como cuando coges una oferta en un supermercado y aprovechas para llenar la nevera, cuando encontraba BIC en negro me llevaba un puñado de ellos.


Lo mismo cuando compraba cartuchos de tinta para la estilográfica (siempre negros) o recambios para mi Inoxcrom Rocky (siempre también en negro).

Curiosamente Inoxcrom siempre suele poner en los blísteres de venta de sus bolígrafos una carga de regalo, y siempre es con tinta azul, así que con el paso de los años he ido acumulando cargas y más cargas de tinta azul de Inoxcrom, y gastando las de tinta negra, debido a mis antológicas preferencias (por cierto, si a alguien le ocurre lo contrario podemos hacer un intercambio...) por el negro.


Cuento esto porque me resulta muy llamativa la paradoja de con qué simples cosas éramos felices antes, y la cantidad de oportunidades que tienen los escolares de ahora y no las saben valorar. Ahora lo del cambio de color de la tinta es lo de menos (aunque siga primando ante todo el azul, por cierto), porque trabajan con elementos de escritura tan variados que resulta asombrosa la variedad que tienen para elegir, eso sin entrar a valorar aquéllos que utilizan el ordenador o la tablet para trabajar con apuntes o textos varios, pudiendo cambiarle el color al que quieran. Ahora lo de tinta azul, negra, roja (o, en los últimos años, la exótica verde de BIC) es "peccata minuta", ahora pueden elegir borgoñas, azules cielo o marinos, diferentes saturaciones de rosas o verdes, o incluso variaciones tan exquisitas y "sabrosas" como tonos pastel, pasando por turquesas o mi otro color favorito, el teal.

Ya véis, y yo con el negro y "peleándome" por él y por poder usarlo durante años...


Hace pocos días un amigo me estaba hablando sobre las notas de sus hijas, contándome lo que, a su entender, era sobreprotección del colegio en el que estudian. No le gustaba que los profesores, y el entorno escolar en general, valorasen tan minuciosamente no solo las materias de estudio, sino aptitudes, comportamiento y sociabilidad. Yo no tengo nada en contra de eso, incluso lo defendí ante él aduciendo que ojalá hubiésemos tenido nosotros todos esos medios a nuestra disposición a nuestra edad, y que todo eso ayuda, a aquellos niños que lo necesitan, a detectar a tiempo casos de autismo, malnutrición, abandono... Y una larga lista de problemas que pueden afectarle a los colegiales.

El problema, y en eso coincidimos ambos, es que aparte de "rellenar la papeleta" todas esas calificaciones y análisis de poco sirven, porque no suelen ir más allá y, aunque detecten determinado problema en los pequeños, no hay una metodología, programa o procedimiento para apoyarle, paliar o solucionar esos desajustes (bien en comportamiento, a nivel sanitario, o familiar). Y entonces aunque una de las patas sobre las que se sustentan todos esos avances sea útil, el resto quedan cojas y en muchos casos no se pasa de la teoría, del "consejo" al padre o tutor, quedándose casi en nada, o incluso siendo peor y teniendo como consecuencias o efectos secundarios la marginación del menor.


Debería ser, por tanto, una escuela integradora, que buscase no solo encontrar la raíz de los problemas de algunos niños mediante un acertado diagnóstico, sino también soluciones, respondiendo al desafío de cómo apoyarle para llevarle al nivel de los demás y que, al menos, tenga las mismas oportunidades que el resto.

De no hacer eso simplemente nos quedaríamos en una teoría muy bonita, pero insustancial y sin validez práctica, que sería lo que realmente le resultaría útil y provechoso al alumno.


| Redacción: Bianamaran.Duraderos.com

7 comentarios :

  1. Pues en mí caso la cruzada no la tengo con los colores de los bolígrafos donde por cierto el azul es mí favorito, sino con los rotuladores tipo Pilot, cuando aparecieron los Pilot en los 80´ algo cambio en la mentalidad de la gente joven, a mí nunca me han gustado, yo siempre he sido de bolígrafos azules para uso cotidiano y ocasionalmente el negro para firmas o para rellenar documentos, sin embargo los bolígrafos tipo V5 y demás nunca me han gustado, veo más practico y duradero un bolígrafo básico y transparente como los Inoxcrom, Bic o los Staedtler.

    Las plumas por ejemplo me gustan con la tinta en color negro mientras que los bolígrafos me gustan en azul, los rotuladores también en azul.

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  2. Mira que bien Apolinos, tú y yo podemos compartir pupitre porque no nos robaremos los bolis :D

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    1. Tranquilo Bianamaran, no nos vamos a pelear por unos bolígrafos.. ja ja ja

      Los bolígrafos que suelo llevar muy a menudo son los de propaganda, esos no me da miedo perderlos, de todos modos ya es un logro que en plena era digital todavía se sigan vendiendo bolígrafos y relojes, no serán tan malos instrumentos ninguno de los dos cuando todavía gozan de buena salud.

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  3. Entonces estoy orgulloso de seguir disfrutando de esos detalles como cuando era pequeño.
    Recuerdo mi estilográfica Sakyo (con tinta azul), que siempre iba acompañada de un Rocky o Sakyo (con tinta roja), ya sabéis para corregir.

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  4. ¿Corregías en rojo? que nivel :D Yo era más de hacerle un tachón :P

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  5. Eran estándares del colegio, para que fuéramos ordenaditos. Luego me acostumbré a usar el rojo para los titulares :-)

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  6. El bolígrafo Bic de 4 colores siempre ha sido un instrumento de corrección muy recurrente, en mí época de la EGB y de instituto lo utilizaban mucho mís profesores para corregir y subrayar errores, la suerte es que actualmente todavía lo podemos encontrar y resulta un útil de escritura de lo más práctico, a mí siempre me gusto.

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