Hace no mucho tiempo criticaba a Gullón en la entrada del blog de Guti, en donde él contaba que le encantaban. En aquella ocasión lo dije porque de Gullón no había descubierto ni una galleta medianamente "decente" (en referencia a que ninguna me gusta), a pesar de que tienen una gran variedad (por desgracia mucha de esa variedad la desconozco, porque en los supermercados que suelo visitar no las tienen todas).
Por otro lado, desde que era pequeño (debía tener doce o trece años) me declaro un fan incondicional de las galletas Tosta Rica de Cuétara. Me encantan porque son finas y se deshacen muy bien, además de por ser una galleta enriquecida. Por desgracia, desde que Cuétara pasar a manos de Nutrexpa, la calidad de sus Tosta Rica descendió abruptamente (no así su precio, que por contrapartida aumentó). Las Tosta Rica son, con mucho, una de las galletas que más cuestan del mercado, con precios que rondan peligrosamente los 3 euros para su paquete familiar de 860 gr. Además, han modificado también su envase, y ahora han puesto esa especie de "caja-tabloide" que molesta en todas partes y se cae de cualquier sitio donde la pongas (el motivo es para aumentar su visibilidad en los puntos de venta, en las estanterías).
