Pues sí, y con el logo de una chica pirata clavándole una espada a un señor, o de una planta de marihuana, el fabricante chino Earth Star quería comercializar en la Unión Europea este encendedor con diseño calcado a los famosos Zippo. Por supuesto, las autoridades han enviado enseguida una notificación para que fuera retirado del mercado al no cumplir la legislación vigente (entre ellas la directiva 2006/502 EC y la norma europea EN 13869).
El producto, además, fue prohibido para su venta también por otras razones: era un encendedor real, así que los niños podían producir un incendio con él. Y otra más de las razones es que el diseño es una copia de los originales de Zippo, por lo tanto también pesaba sobre él una penalización por falsificación.
| Redacción: Radio Ibérica
Este tipo de medidas, dan que pensar. Son positivas, está claro, pero indican la poca preocupación, ya sea por falta de tiempo o de ganas de los padres.
ResponderEliminarDe niños, podíamos comprar cerillas y mecheros en cualquier lado, si nos quemábamos aprendíamos, no pasaba nada del otro mundo, y si nos pasábamos, nuestros padres nos pegaban una bronca que no se volvía a repetir.
Es como si ahora los niños fueran más tontos que antes, y los padres más ingenuos. ¿Lo siguiente será prohibirles la entrada a las tiendas de chucherías porque son poco saludables?
Es cierto Guti, muy interesante tu reflexión. La sobreprotección es tan mala o casi que la desprotección, y a veces las autoridades se pasan con las prohibiciones. Aunque opino que tanto el alcohol como el fuego es mejor educarlos a evitarlos.
EliminarLos niños de antes de los +70´ íbamos sin cinturón de seguridad en los coches, nos subíamos a los árboles, disparábamos petardos de los gordos, íbamos con los patines y la bicis a toda velocidad, cuesta abajo y sin cascos ni protecciones… nos caíamos todos los días varias veces y casi siempre llegábamos a casa con la ropa medio rota, sucios y llenos de rasguños, nada que no se pudiera solucionar con unas tiritas, un poco de desinfección y a correr otra vez con el bocata en la mano, pero sobre todo jugábamos al Quimicefa, un juego de lo más común en aquellos años, y ya ves, no era para tanto, éramos de otra pasta, estábamos acostumbrados a padecer y a sufrir por nuestros malos actos, eso nos hacia aprender rápido y a mejorar ante la adversidad, aprendíamos a cuidar las cosas para no tener que gastarnos más dinero y no como ahora que se compran las cosas a destajo y sin necesidad aparente, y si no habíamos tenido bastante en nuestra infancia nos esperaba en el horizonte la mili para acabar de rematar la faena…. Así salían los chavales y chavalas antes, duros como piedras y curtidos en mil batallas.
ResponderEliminarCon respeto a lo del encendedor es que no tiene un pase, estos Chinos ya no saben que sacar, me parece bien que lo hayan quitado del mercado.