Aunque con una buena alimentación no deberíamos tener problema alguno con nuestro sistema inmunitario, en ciertos momentos o etapas a veces es bastante acertado contribuir con un complemento, por ejemplo en épocas especiales de estrés, exámenes o en etapas durante el invierno. En el mercado existen infinidad de estos productos (algunos incluso se venden en supermercados), pero muchos de ellos, aparte de un aporte energético más o menos significativo a base de glucosa y/o edulcurantes, tienen una efectividad más que dudosa.
Por todo ello, y tanto por su cómoda presentación (en comprimidos efervescentes o sobres) como en su formulación (a base de vitamina C y zinc, dos principios activos que tienen demostrada científicamente su eficacia) dos de los productos más útiles y acertados que podemos adquirir -en farmacias, dicho sea de paso- son los Redoxon, de la casa alemana Bayer, y Leotron de la casa Angelini.
Hay dos diferencias fundamentales entre ellos que saltan inmediatamente a la vista (aparte de la cantidad de producto que cada fabricante nos ofrece), una es la incorporación, en el caso del Leotron de Angelini, de selenio (en forma de selenito de sodio), y la otra es la significa variación de precios entre las dos especialidades. Mientras que el Redoxon de Bayer nos cuesta casi diez euros, las Leotron de Angelini nos sale por poco más de seis. Eso no es todo, las Leotron no solo son más baratas sino que, además, llevan más producto (18 pastillas en el pack básico, frente a las 15 de Redoxon) y, como dije antes, añaden el selenio.
Lo cierto es que la incorporación del selenio en lo personal no me preocuparía, de hecho no me importaría que no lo tuvieran. Se trata de un mineral que endurece y revitaliza uñas y cabello, pero que a nivel inmunológico no tiene una importancia tan trascendental como la pudiera tener el zinc o la Vitamina C. Además, en caso de ser necesario un refuerzo, mejor elegir compuestos como el de la echinaccea (que, por cierto, existe una variedad de Redoxon que sí la incorpora) en lugar del selenio.
Agradecido detalle en las Leotron: disponen de una especie de pestañita diseñada en el tapón para facilitar la apertura del tubo. |
Parece más bien que el selenio no es más que una estrategia de venta para que el consumidor se incline por ellas, pero sin tener un papel tan importante en la eficacia del complemento. Por otra parte su dosis (55 µg) es la cantidad recomendada para un adulto, pero no para jóvenes y niños (que suele ser bastante menos) y además, de selenio es muy difícil que haya carencias al encontrarse en muchos productos (cereales, frutos secos, carnes...) y ser en cantidades muy pequeñas las que necesita el organismo de este oligoelemento (o micromineral, denominado así porque se requieren cantidades minúsculas del mismo).
Una advertencia que sí hay que tener muy en cuenta cuando elegimos tomar este tipo de tratamientos es la peligrosidad de un consumo excesivo. Como en la mayoría de complementos, no es recomendable un consumo constante ni un abuso, y aunque en las indicaciones nos recomienden un comprimido al día, excepto en casos puntuales de necesidades perentorias con una o dos a la semana suele ser más que suficiente, sobre todo si nuestra alimentación es equilibrada y tomamos la cantidad recomendada de frutas y verduras.
Esto es así porque dosis elevadas de vitamina C suelen tener los peligrosos efectos secundarios de incrementar los riesgos de cálculos renales (hiperoxalemia), por lo que este tipo de tratamientos tampoco son recomendables para personas con problemas de riñón.
Ingredientes de ambas especialidades. A la izquierda, Redoxon, a la derecha Leotron. |
Formulación
En las imágenes podéis comprobar la formulación de ambas especialidades, observamos que son relativamente parecidas, aunque las Redoxon nos aclaran bastante más el tipo de compuestos artificiales que llevan, cosa que las Leotron, a pesar de incluirlos, no especifican. También hay que destacar la formulación entre las dos, y la presencia de aspartamo como edulcurante en ambos casos (presente por desgracia en tantos productos cotidianos, desde chicles a bebidas varias, y que los expertos en nutrición aconsejan no tomar demasiado y tratar de eliminarlo de nuestra dieta siempre que nos sea posible), por lo que en este aspecto ambas especialidades apenas tienen diferencias.
En cuanto a los principios activos, aparte del mencionado selenio los dos productos tienen la misma cantidad tanto de Vitamina C (1000 gr., el 1250% de los valores de referencia recomendados) y de zinc (10 mg, el 100% de los mencionados valores o VRN).
Al tratarse de un complemento dietético, debemos vigilar siempre por lo que nos resulte más saludable y con la composición mas equilibrada y eficiente, y en este caso parece que en este tipo de complementos para reforzar nuestro sistema inmunitario las Redoxon de Bayer son enormemente equilibradas, aunque su precio es tal vez su mayor inconveniente, ya que por lo mismo tenemos las Leotron, más asequibles.
Si, por lo tanto, tenemos problemas de deficiencia de selenio o queremos reforzar nuestras defensas con este oligoelemento, las Leotron son la elección correcta. Redoxon tiene a su favor la ventaja de que es una marca ampliamente reconocida -y conocida- al ser uno de los productos más establecidos en el mercado español, y fueron de los primeros en ofrecer este tipo de complementos tan acertados para el sistema inmunitario, algo que hay que reconocérselo.
Respecto a su eficiencia, confieso que soy un consumidor habitual de ambas marcas (o sea, que no hablo solo de oídas) y puedo dar fe de que ambas funcionan bastante bien.
Las Redoxon incluyen advertencias de dosis elevadas muy bien explicadas, pero las Leotron (izquierda) no. |
| Redacción: GacetaIlustrada.com
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