Si ayer leísteis mi relato de "El Imperio" que lleva por título "Un paseo por tu antiguo barrio" (y que será la primera parte de dos), probablemente os resultaría chocante una cosa, y algunos podríais pensar que usé un recurso de la actualidad para ponerlo en el relato. Nada más lejos de la realidad.
Ayer se divulgaban por los medios de comunicación los desgraciados hechos acontecidos en Berlin, en los cuales un camión, al parecer en un acto de terrorismo, embestía a una multitud.
Durante el día de ayer no leí ninguna de esas noticias, y puede que si lo hubiera hecho hubiese cambiado esa parte del relato y elegido otra zona. Es cierto que vi un titular en un periódico online a primera hora de la mañana, pero no me detuve a leer los detalles de la noticia. De hecho ni abrí el link.
Ya sabéis también que prácticamente tampoco veo la televisión, y durante el resto del día que estuve conectado a internet bastante hice con poder subir los posts a ZonaCasio y a Bianamaran (aparte de escribir algunos correos personales). Poca cosa más.
Pero esta mañana a eso de las seis y media leo en un diario la noticia del atentado y decido profundizar un poco más, y al hacerlo me quedo un poco... Diríamos que asombrado. Me quedo anonadado.
Como bien sabéis, en el relato su protagonista, Phonix, cuenta cómo graba un vídeo en Berlin. Y curiosamente dice que lo ha grabado en la misma zona del atentado ocurrido anteayer (el lunes pasado).
No conozco Berlin. Nunca he estado en Alemania, y aunque normalmente me informo antes en Google para obtener información de algún sitio que no conozco y que quiero incorporar en mis relatos, en el caso de la avenida Kurfürstendamm no fue así. Necesitaba una calle berlinesa, de hecho lo que buscaba no era una avenida importante, sino una calle secundaria. La calle Kurfürstendamm la obtuve simplemente dándole un zoom a la aplicación de maps de Bing (que es la que suelo usar, porque funciona mejor y más ágil que Google Maps). Así de simple. Así de sencillo. En ningún momento sospeché que ese iba a ser conocido como el escenario de semejante tragedia. De hecho, repito, si ayer cuando publiqué el relato llego a saberlo probablemente hubiera cambiado la calle. Pero lo ignoraba totalmente.
Pienso que fue, simplemente, casualidad, no creo que fuera una intuición ni nada parecido. Aunque Berlin tenga tantas calles y podría haber elegido otra cualquiera, el hecho de que a mí me diera por poner la Kurfürstendamm creo que fue simple coincidencia. No creo en supersticiones.
Pero dado que finalmente esa calle estará ligada ya a la historia de ese relato, sirva éste como un humilde y sincero homenaje a las víctimas de la tragedia.
Por otro lado no es la primera vez que me ocurre algo así en la ficción, e incluso en la misma serie de El Imperio. Pero sí es la primera vez -al menos que recuerde- que la coincidencia resulta tan evidente. Simple casualidad.
| Redacción: Bianamaran.blogspot.com
No diría desacertada coincidencia, porque jamás fue tu intención. Me quedo con lo de imprevista.
ResponderEliminarAl hilo de lo que sugieres de informarte del lugar donde se ambienta la historia, reconozco que es una de las partes que más me gusta de preparar una historia. Familiarizarte con un entorno donde nunca has estado, hacértelo tuyo, y a partir de ahí, empezar a tejer palabras.
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ResponderEliminarLas casualidades no existen Bianamaran.
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