Si te gustan las mujeres de amplias caderas y cintura de avispa, mejor aprovecha ahora, porque siento darte una mala noticia: están desapareciendo. Según publicó la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, que se hace eco de un estudio llevado a cabo por el departamento de biología teórica de la Universidad de Viena (Austria), la influencia humana está afectando al cuerpo de las mujeres de manera palpable.
El caso es que, como los recién nacidos humanos tienen la cabeza más grande que la de otros primates, las hembras de -nuestra- especie han evolucionado para que su pelvis se ensanche y por ella pueda salir el niño al mundo (o sea, el parto). De no ser así, como ocurría en la antigüedad, y si la mujer tenía una pelvis estrecha, normalmente ambos morían en el momento del alumbramiento (de hecho, no se llegaba a producir alumbramiento), al quedarse el bebé "atascado" entre las piernas de la mujer.
Con los avances médicos la solución a estos casos fue la realización de cesáreas, que salvan la vida del niño y de la mujer. Esto ha condicionado a la especie de manera ya cuantificable (los científicos austriacos lo pudieron constatar), y ha hecho que esos genes de caderas estrechas, que de lo contrario no habrían pasado a las siguientes generaciones, hayan logrado pervivir y multiplicarse.
A eso hay que añadir que los bebés cada vez son más grandes y, según las estadísticas de la OMS, cada vez pesan más. Si unimos ambos extremos podemos llegar a la lógica conclusión que las cesáreas serán todavía más comunes de las que lo son hoy día, y llegará un día en que, si la tendencia no se invierte, las mujeres de curvadas caderas serán las menos numerosas. Simplemente, porque ya no las necesitarán para la procreación. Aunque puede ser que continúen con cuerpos cimbreados con el único objeto -y como en el caso de los pechos siempre abultados, otra rareza de las humanas- por cuestiones de atracción sexual. Quién sabe.
| Redacción: Bianamaran
Vuelve a ser una moda más, que se puede explicar. Las caderas, entre otras cosas, son un rasgo sexual secundario, que indica a los macho la idoneidad de la candidata para tener descendencia. La descendencia ha pasado a un segundo plano, e incluso se evita, por lo que ahora el reclamo, lo hace el valor justo opuesto.
ResponderEliminar¿tú crees? Bueno... yo creo que ahora el reclamo es el deportivo que tengas... así que la evolución de las especies debería hacernos nacer a todos con un Lambo :)
ResponderEliminarMe alegro de volver a leerte Bianamaram ¿Ya tienes ordenador?
ResponderEliminarPersonalmente no hago mucho caso de las modas, van y vienen como las olas, la mujer debería dejarse llevar menos por la imagen exterior y fomentar más otros valores para ser menos esclava de las tendencias, pero ya sabemos que hoy en día es muy fácil caer en las redes de la vanidad que al final no te llevan a nada bueno.