16.12.16

¿Qué hacemos con el canon digital?


Los cantantes multimillonarios ya no venden un disco, y las mansiones, damas de compañía, superdeportivos y la vida de lujo que se pegan en Miami salen caras. Muy caras. De manera que alguien tiene que pagarle a Alejandro Sanz, Enrique Iglesias, Melendi, David de María y demás, sus excesos. ¿Y quién se los paga? Pues todos. Pues tú. Pues yo. Aunque no te guste su música. Aunque jamás hayas escuchado una canción suya.

Es falso totalmente que el dinero del llamado canon digital vaya a los creadores de contenidos que, de lo contrario, se morirían de hambre. O que Internet se quedaría sin contenidos, sin libros para leer, canciones para escuchar... (mira que no hay servicios que ofrecen esto, y más, gratuito: este mismo blog, por ejemplo). Ya quedó demostrado en el caso SGAE, cómo sus gestores se pegaban la gran vida con tus -nuestros- impuestos indirectos, o sea, impuestos que paga "todo quisqui" aunque el pendrive o memoria que compres sea para guardar tus fotos de familia. Da igual: una parte irá a sus bolsillos.




Y puedo decir y afirmar con rotundidad que es falso que ese dinero vaya a los músicos que empiecen, o a quienes realmente lo necesitan -dentro de la música o el cine-, porque en el mundo de la música he estado bastante tiempo, componiendo, formando parte de grupos, escribiendo canciones... Mi hermana, guitarrista, también estuvo. Nunca nadie de los que nos movemos "tras bambalinas" ha visto un duro del canon digital, ese dinero se va a gestores de derechos controlados por multinacionales o por grupos minúsculos de presión y, a no ser que tengas la fortuna de grabar un disco con una discográfica, no verás ni un céntimo de todos esos cientos de millones de euros que acaban en sus manos (y, peor aún: sin tener que rendir cuentas a nadie).

De manera que es falso totalmente que ese dinero vaya a crear más contenidos y apoye a los artistas que intentan abrirse paso. Mentira. Mentira sucia y rastrera. Ese dinero acaba en los bolsillos de triunfitos y de multimillonarias cuentas que entretejen sus hilos con el poder.


Y es que no hay mas que ver la insistencia del Gobierno en obligar al ciudadano a pagarlo, y los constantes tumbos de los magistrados, tanto nacionales como europeos, dejando claro que hacérnoslo pagar era ilegal y hartos ya de dictar sentencias tildando a ese impuesto de ilegal. Pero da lo mismo. Como lo hace el Gobierno, pues lo ilegal para ellos es legal.

El canon digital vio la luz en 1996 con el PP. Casi acababa de aterrizar Windows 95 cuando los grandes sellos discográficos se dieron cuenta que ya no se vendían ni cintas, ni CDs, que la gente escuchaba música bien libre, o la descargaba. Instaron al Gobierno de Aznar a que se inventara entonces un impuesto, de manera que todo el mundo les pagara, como si todo el mundo les comprara su música o sus películas.

Ese canon estuvo vigente hasta 2006, y hasta entonces ríos de millones acabaron en las arcas más oscuras, en los bolsillos más insospechados. Con los destinos más inciertos.


En 2006 el PSOE decidió agradecer a sus "amigos" los famosos su apoyo en la campaña electoral, y modificó el canon de manera que sobrecayera aún más en los dispositivos digitales: un ordenador, teléfono móvil o tarjeta de memoria, le pagaba la vida de lujo a David Bisbal o Bustamante (bueno, por aquel entonces sería más bien Sergio Dalma) o a cualquier famosillo parecido.

Ese canon fue calificado de ilegal, en un primer momento por la Audiencia de Barcelona. Entonces decidieron que el canon lo pagasen todos los españoles, y este "impuesto revolucionario" es ahora obtenido de los presupuestos generales (es decir, lo pagas con tu IRPF), aún a pesar de que el alto Tribunal Europeo de Justicia advirtió a España que eso no podía hacerse y, luego, el Tribunal Supremo lo anuló -de nuevo- hace un mes.

Así que ahora el Gobierno tiene que establecer otras formas para poder recaudar el impuesto revolucionario cuyo montante destinará a cantantes y a dudosos productores y artistas de cine. Quieren regresar al "modelo del pen-drive", o sea: que cada vez que compres una micro-SD para sacar fotos de las margaritas de tu jardín, le pagues a Melendi por "lo bien que canta".


La verdad, me parece indignante. El canon debería desaparecer, no sirve de nada, nunca ha servido y es un dinero que nadie sabe a dónde va ni en manos de quién acaba ni lo que se hace con él. Son casi cien millones de euros los que se estima serían recaudados cada vez que uno adquiera un smartphone, un móvil, una tarjeta de memoria o cualquier dispositivo que pueda grabar algo, a repartir "entre ricos y famosos". Todo un dulce que no van a querer soltar.

¿Por qué no hacen un canon para recaudar dinero por los que están sin techo? ¿Un canon para los que no llegan a fin de mes? ¿Un canon para los que no pueden pagarse el médico, tratamientos o medicinas? ¿No es más lógico un canon así, que no uno para que esa gente siga pegándose el lote con el esfuerzo de todos? ¿Por qué una señora de noventa años tiene que pagarle con su compra el champán a Bustamante? ¿Dónde se ha visto eso? Cada uno que ponga al cantante que le apetezca, porque todos los famosos chupan del bote.


Y es que "propiedad intelectual" son muchas cosas. Propiedad intelectual es este blog, las aplicaciones que hago, o los libros y poemas que escribo. Yo no le pido a nadie que al comprarse un móvil me pague por un libro que escribo que quizá nunca va a leer, prefiero que, de pagarme algo, lo haga alguien que de verdad estime ese contenido y le guste. Y lo mismo que yo, hay muchos autores que también ofrecen su contenido sin pedir nada a cambio. ¿Por qué "los famosos" no pueden hacerlo también, y obligan a que todo el mundo les pague? ¿Será porque sino tendrían que pudrirse en la miseria? ¿Será porque, en realidad, nadie les compraría nada?

El mundo de la música y el de las discográficas y productoras da asco, es una merienda de negros (con perdón de los negros, que no tienen culpa de nada aquí, es solo una expresión), son una mafia. Lo peor es que son un fraude y unas compañías inútiles e inservibles (como muchas grandes editoriales, por cierto) que estamos manteniendo entre todos solo porque tienen a unos cuantos políticos comprados con abultados maletines y talonarios. Así de claro. Nadie lo dice de manera que tendré que decirlo yo. Y mientras sigan llenándoles los bolsillos a políticos corruptos, esto no cambiará. Les tumban la ley una y otra y otra vez, insistiéndoles todos los jueces que eso no se puede cobrar de esa forma, pero ellos erre que erre con su canon. Obvio, son muchos millones que luego pueden manejar como les apetezca, porque nadie controla. Eso sí, ve a tu ayuntamiento a pedir una ayuda para comer o para pagar el alquiler, y verás que por doscientos euros de prestación te miran hasta debajo de la cama. Cuando les interesa controlar, lo hacen.


El canon digital es una de tantas aberraciones que deberían estar mejor invertidas en otras muchas cosas, es inaudito que alguien, por comprar un móvil para escribir a sus familiares o para llamar a sus amigos y parientes, tenga que estar pagándole un tanto por ciento a esta gente. Gente que, para más escándalo, vive en la abundancia y entre excesos. Pero claro: tienen amigos y mucha influencia en el poder, y eso influye mucho. El resto a agachar la cabeza y a cerrar la boca. O te la cierran. Y te la cierran bien cerrada, porque tienen mucho poder y mueven muchos hilos.


| Redacción: Bianamaran.blogspot.com

3 comentarios :

  1. No estoy de acuerdo con el Canon Digital ya que nos perjudica a todos, y más si sueles utilizar las memorias para uso personal como fotos, videos….

    La cuestión va más allá de una subida de precios y de un ensañamiento social, se trata de sacar musculo y poder de persuasión…. En definitiva, de ir dando vueltas de tuerca a la gente para exprimirlos al máximo con un propositito psicólogo, dicho propositito está auspiado por los de siempre y apoyado por los famosos de turno.

    Me gusta la memoria USB de Toshiba, es muy buena marca y es la que suelo comprar, sin embargo tuve una mala experiencia con una memoria USB Verbatin de 64Gb que me borro todo el contenido del lápiz…..:(

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  2. Buena elección Apolino, en efecto Toshiba son las mejores.

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  3. Buena exposición. Creo que coincidimos en que el canon es una buena medida, si ello a cambio permitiese que la copia privada fuera legal, que ya no lo es, y si lo recaudado se repartiera de manera justa.

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