4.1.17

Yumas, la -mala- calidad también se paga


Con mucha ilusión había adquirido yo mis zapatillas Yumas de trekking con la intención de que me durasen, al menos, todo el invierno. Ni eso siquiera. Acabamos de empezar precisamente el invierno, y ya están en las últimas. Una de las suelas está perforada y la otra está otro tanto de lo mismo y a punto de quedar también agujereada. Desastrosa la calidad de estas Yumas.

La cosa empezó a ir pronto mal. Tras un par de salidas con las nuevas zapatillas de Yumas, ya pude dar un veredicto sobre ellas. El principal es que, aún siendo casi nuevas (con un par de semanas de uso) sus signos de desgaste empezaron a ser más que evidentes. El más preocupante fue que su suela tenía partes que sin explicación alguna (bueno, la tiene, os lo diré en un momento) fueron desapareciendo, como si fuera una auténtica goma de borrar. Literalmente la zona de los tacos y dibujo en marrón se fue al garete, algo que empezó a quedar pronto patente sobre todo en la parte del talón (donde más presión ejerce el pie ya que es donde primero contacta con el suelo).




La explicación es sencilla: el material es bicompuesto y, en este caso, han usado goma EVA, que es lo más endeble pero también, claro, lo más barato.

Dado que el resto de la suela es de resina conformada, más resistente, uno no puede dejar de preguntarse por qué los de Yumas no han optado por hacer toda la suela de ese material, algo inexplicable y parece responder simplemente a criterios de costes, por ahorrarse unos míseros céntimos en una suela con partes más baratas.

Otro problema de este tipo de calzado sin cordajes es el que me temía: no puedes hacer que ajuste bien. En teoría, un calzado hay que apretarlo y ceñirlo bien al pie al ponérselo y, cuando comenzamos a caminar y el pie se dilata, aflojarlo. Con estas zapatillas no podemos hacer eso, supuestamente su sistema de fijación debería permitir que agarre bien al pie al ponérnoslas y, luego, su flexibilidad poder caminar con holgura, pero no cumple ese cometido y las solapas de goma en la falsa lengüeta son demasiado débiles, no agarran como deberían.


Para agravar más el problema, el diseño de la zapatilla no es muy ergonómico, y no sigue bien el contorno de la zona superior del talón, vital para que se sujeten con firmeza. es más: resultan tan poco firmes que dañan en la curvatura superior, y tienen el inconveniente de producir, además, roces.

Poco anatómica es también la zona frontal, en donde empezaron a aparecerme ampollas bajo los dedos de los pies en un sitio que nunca había tenido, y es precisamente por tener esa parte del piso muy proclive a rozar. No se si será por el diseño de la zapatilla en sí, o por las mismas plantillas -que bien podría ser-, ya que sus plantillas tampoco son para tirar cohetes.


Con todos estos inconvenientes concluir que todo en estas zapatillas es malo puede que sea un veredicto demasiado duro, pero bueno, no todo: tienen detalles bastante de agradecer, como una suela que no desliza ni hace excesivo ruido (no como las de marca blanca), y una piel que aísla bastante bien. Claro que sus numerosos puntos negativos hace que todo eso se quede en nada. Lo mejor es sin duda la piel del exterior, pero claro, si todo lo demás es malo, una buena piel en el exterior no sirve de nada sin una buena suela, sin una buena plantilla y, sobre todo, sin una forma anatómica, que sujete bien el pie y que evite molestas rozaduras.

No quiero pasar por alto otro detalle enormemente molesto: el ruido en mojado, probablemente debido a los microporos en la goma EVA, otro de sus enormes defectos. Es un ruido casi imperceptible, pero yo, que suelo caminar por espacios en silencio, lo noto enseguida y realmente acaba siendo muy molesto. En ciudad, con el tráfico y los ruidos, pasa desapercibido, pero que una zapatilla pensada para el trekking como son estas Yumas Lander tengan ese desagradable efecto es imperdonable.


A mi entender, Yumas podría haber realizado unas zapatillas de trekking fantásticas y muy competitivas, porque las Lander tienen buena base, sin tener siquiera que subir el precio: solo con ponerles cordones y eliminar la goma EVA de la suela habrían dado en el clavo y habrían obtenido un producto redondo (o, al menos, todo lo redondo que podría ser a su precio). Ni qué decir tiene si, encima, hubieran mejorado su forma y cambiado la plantilla por otra más cómoda, y que amortigüe mejor. Pero lamentablemente no lo han hecho y se han quedado a medias o, mejor dicho, en nada.

La verdad, frente a unas zapatillas chinas de marca blanca, éste producto de Yumas, las Lander, no es competitivo ni por precio, ni por materiales, ni por resultado. Lo peor es que tras esta experiencia la gente, con razón, no volverá a repetir con Yumas, y de hecho yo intentaré no hacerlo.


| Redacción: Bianamaran.blogspot.com

3 comentarios :

  1. Lo resumes muy bien. Con este tipo de productos Yumas no conseguirá usuarios fieles. Parece que hayan ido a lo fácil. Factoría China y logo de Yumas. Sin haberlas probado ellos mismos.

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  2. ¡Menudo Chasco! Pues la cosa no es para bromas, podría haberte pillado tranquilamente en una expedición rudimentaria y de repente experimentar un brusco cambio de tiempo como lluvias torrenciales y bajas temperaturas e imagínate que te coge con varios agujeros en el calzado, se te congelan los pies… No quiero ni imaginármelo.

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  3. Supongo que alguien que quiere ir de expedición no se arriesgará a comprar unas zapatillas de trekking de 40 € (que es más o menos el precio oficial de estas). Pero aun sin necesidad de ir de expedición, es muy acertada tu observación porque solo con meterte por terreno medianamente embarrado o encharcado con esos agujeros, acabas con los pies destrozados.

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