Ya he contado aquí cómo mi padre era muy fiel a Philips. Tenía con esa marca una auténtica devoción desde hacía muchísimos años, y a todos nosotros trataba de inculcarnos el amor hacia ella. Sin embargo, en sus últimos años yo iba siendo testigo cómo cambiaba, desengañado y dándose cuenta de la verdad. Acabó adquiriendo un receptor de radio Sony (¡lo que habría sido imposible años atrás!), o televisión de Sanyo (por poner solo dos ejemplos), cuando él nunca había visto la televisión, desde que yo tenía uso de razón y hasta donde alcanzan mis recuerdos, en un aparato que no fuera de Philips.
Lo mismo con mi vecino (fiel a la marca Renault) o con algunos de mis amigos (fieles a Seiko, a Reebok, a Adidas...). Todos ellos acabaron dándose cuenta de que no estaban siendo nada más que peleles en manos de multinacionales. Todos, absolutamente todos, acabaron pasando de esas marcas a las que tan fieles les habían sido.
Con marcas y fabricantes yo tengo una larguísima experiencia. Primero comencé a tratar con marcas automovilísticas, debido a mi profesión. Acabé hastiado de todas: a cual peor. Y las más elitistas peor aún que las más humildes. Todas, sin excepción, venderían su alma al diablo con tal de lograr un céntimo más de beneficio. Ahí tenemos ejemplos de Nissan, obligada a tener que dejar de fabricar el Tsuru en México porque lo estaba vendiendo con ridículas medidas de seguridad (más exactamente, carente de ninguna de ellas), como habían hecho tantas otras antes, como Volkswagen. Y hablando de Volkswagen, ahí la tenéis con sus motores, contaminando "a tutti plen" importántole un pito el mundo, el planeta, los ciudadanos y todo lo que se le pusiera por delante. Todas dan asco y jugarán contigo y te sacarán la sangre si pudieran.
Pero no son las únicas, luego he estado tratando con farmacéuticas, con marcas de relojería, de alimentación... Todas lamentables. No hay ninguna por donde cogerla, aunque en alimentación tengo que decir, como única excepción -porque es la verdad- a Marqués de Oliva. Las demás son una auténtica bazofia dispuestas a venderte el "potinge" que sea.
Últimamente con el blog de Duraderos he tratado con muchas marcas de moda, de ropa y calzado principalmente. Respeto a gente como José Naranja, que está encantado con sus botas (obviamente no voy a regalarles publicidad por el morro poniendo su marca aquí, no me da la gana nombrarlas), y tantos otros que me aconsejan marcas españolas de renombre. Todas son lamentables. Lo siento, pero tengo que decirlo.
Por otro lado, otro objeto de consumo con el que estoy enormemente familiarizado son las bicicletas. Llevo andando en bici también desde que era bien pequeño, y desde esos años mi marca favorita era BH. Lo siento por ellos, porque me da dolor decirlo, pero tengo que ponerlos en el saco de las marcas más nefastas, porque las veces que he contactado para consultar algo ni siquiera se dignan contestar. Pero no solo por eso: su política de remarcar bicicletas chinas con los mismos logos de sus hermanas mayores para fingir que adquieres una bici buena -lo llevan haciendo años, y son los únicos que lo hacen- me parece escandaloso. Triste y lamentable.
Pero aún así, no son los peores. Peores son Trek (el distribuidor en España, encima, no sabe ni lo que vende, pasa de todo y no tiene ni pajolera idea del mundo de la bicicleta, están ahí como podían estar vendiendo chocolate, solo para cumplir el trámite), peores son Orus, peores son Berg, peores son MMR. Peores son Orbea. Con todas he tratado y lo puedo decir porque las conozco.
En resumen, mi consejo es que te quedes con esto: ningún fabricante es bueno. Si lo es, lo es algún distribuidor, o alguna tienda puntual que aporta con su sudor a diario el valor a la marca que luego la propia se encarga de tirar por los suelos, importándole un comino su imagen. Eso sí, luego desembolsando enormes cantidades de dinero a cualquier estrella mediática del momento para venderles a sus tontainas de compradores sus productos. No te dejes engañar. No tengas afición por ninguna marca: ninguna te lo va a agradecer, ninguna te lo va a tener en cuenta. Cuando no tienen ningún remordimiento en contratar mano de obra esclava o incluso de niños en sus fábricas textiles, de zapatos, de electrónica o de automóviles en regiones de Asia, ¿qué te puedes esperar? ¿Que hagan contigo algo diferente? Pues claro que no, y si hubieras tenido la desgracia de nacer en esos países -simple casualidad que no haya sido así- te habrían puesto a trabajar quemándote los ojos y sangrándote las manos durante diez o doce horas al día sin descanso en sus mega-factorías chinas o indias.
De manera que ninguna marca merece ni un ápice de tu tiempo. Por eso mismo, cuando necesito alguna marca me las invento, prefiero imaginarme a un fabricante ético haciendo lo que debería hacer que adentrarme en este sucio mundo del consumismo donde todo está en venta y donde todo es un engaño, te venden espejismos, ni son productos de bienes ni son productos que te den servicio, despierta, no hacen más que manejarte. Solo eres -solo somos- una cifra en su cuenta de resultados, no contamos para nada y les importamos menos que una cucaracha.
Contratan community managers que saben menos de su compañía que tú, solo para "venderte la moto". Te hacen encuestas fingiendo querer saber tu opinión solo para estudiar cómo sacarte más jugo y tus sugerencias o expectativas les importan un comino, las pisotean, las usan como papel higiénico. Te las tiran al retrete.
Con eso no quiero decir que no la uses ni la compres, claro, hay marcas que ofrecen mejores cosas que otras, y algunas que aún estafando, estafan menos que otras. Pero eso es muy difícil de discernir y es una lucha constante buscando de, entre tantas malas, la menos malas y, de entre tanta falta de ética, la que tenga al menos un poquito. Puede ser por lo que te ofrece, por lo que obtienes o porque en ella encuentras algo que otras no te dan, indiferentemente de que sea a mas alto o más bajo precio. Pero déjame aconsejarte que eso simplemente, tu necesidad de algo (por ejemplo, unos zapatos o un reloj), no debería convertirla en tu marca favorita.
Claro que lo ideal sería como eran antes: la fábrica estaba en tu pueblo o, al menos, en tu región. Empleaba a tus abuelos, luego a tus padres y a continuación te empleaba a ti. Sus productos eran locales (e incluso a veces, en muchas ocasiones, no pasaban de venderse más allá de tu región), y muchos de sus proveedores también (algo imposible en el mundo globalizado de hoy). Comprabas sus productos y podrías considerar que esa era realmente tu marca. Claro que sí. Esa era tu firma -de lo que fuera- favorita, porque tú formabas parte de ella. Pero eso hace mucho que dejó de ser así. Intentan fingir imagen de familiaridad cuando no es ni mucho menos así. Hoy un indio fabrica tus pantalones, un chino tus zapatillas, un tailandés tu reloj y una pobrecilla pakistaní tu mochila o tu bolso. Hoy solo puedes formar parte de un eslabón de la cadena de tu firma a la que llamas "favorita": del eslabón del comprador. No puedes ser más que consumidor, porque no les interesa que seas -que seamos- otra cosa. les importa un rábano tú y toda tu familia y si te ocurre alguna desgracia no te preocupes, que no van a ser los de Adidas, ni los de Nike ni los de iPhone los que se interesen por ti y te pregunten si necesitas algo. Más bien lo que harán es dejarte colgados con sus productos de mala calidad y de mala muerte (eso sí, carísimos) que, como en el caso de esas tres marcas mencionadas, encima, ni siquiera fabrican ellos: sólo los remarcan. Es decir, no compras un iPhone, solo compras un ensamblaje hecho por la fábrica más barata que encuentren, que se lo arman por 30 euros y luego les estampan su logotipo y te lo venden a ti (y a tantos otros engañados como gilipollas como tú) por 600 euros. Ale. Y echa a andar y no preguntes, y vas por ahí con tu mierda de iPhone todo feliz mientras desde Cupertino te señalan con el dedo y se parten de risa a tus espaldas viendo cómo alguien con tanta formación como la tuya es engañado de una forma tan facilona.
Todo lo que hacen todas esas multinacionales está bien estudiado, incluso las obras benéficas, se encargan muy bien de sacarles rendimiento por otro lado. Así que si eres de esos que dice: "esta marca es la mía", si realmente no es tuya en propiedad sino que solo lo dices porque eres consumidor de la misma, perdona pero tengo que decírtelo crudamente y a la cara: eres tonto chaval.
| Redacción: Bianamaran.blogspot.com
Las marcas como tales acabarán por desaparecer, acabarán siendo todas -ya lo son en muchos sectores- marcas blancas que no se sabe ni de que padre o madre son ni de donde llega lo que producen.
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ResponderEliminarAunque es cierto que la mayoría de marcas ha bajado la calidad de sus productos, todavía quedan algunas que se libran de la quema, en mí caso yo sigo fiel a Casio en relojes de gama baja F – W al igual que a Seiko en gama media, en aparatos de radio siempre Sony, en ordenadores portátiles sigo con un viejo IBM Thinkpad con más de +13 años aunque sé que jamás se construirá otro portátil como el IBM T60, en móviles soy fiel a Nokia de siempre….. En fin.
ResponderEliminarLo que tengo claro es que solo puedo confiar en Cristo, todo lo demás va y viene así que tampoco me llevo muchos desengañamos.
Aunque yo siempre fui de Sony, estoy muy de acuerdo en tus argumentos posteriores. Hoy en día todas las marcas son muy parecidas. Se venden por el beneficio, todas hacen los mismos estudios para los diseños externos, y eso es lo que hace que todas se parezcan.
ResponderEliminarLa mayoría, tienen fábricas deslocalizadas, muchas de ellas haciendo partes por separado, y han perdido el control del producto completo. A ello se suma lo que apuntas, agencias de comunicación como en todas las marcas.
Me gusta de las marcas, cuando hay homogeneidad, es decir que si te la vuelves a comprar, vuelve a salir bien. Es lo que comentabas en las mochilas, y algo que cada vez es menos cierto. Ni siquiera con J'Hayber ocurre, bueno, ocurre en la linea Olimpos que es la que se hace aquí, y que sigue siendo casi igual que hace 30 años, pero no con toda la marca ni mucho menos.
Es irónico lo que apunta Apolino, con el IBM Thinkpad, y otros modelos anteriores. Hardware estupendo, que tuvo que venderse a los chinos porque no salían los números. La mayoría optaron por dejar la marca, era cara, y así perdimos una marca más.
Lo que si defiendo es que hay marcas buenas, que tienen el control, como Ferry's. Claro que eso será mientras no crezcan demasiado, y la dirección siga implicándose en el proyecto. Es por eso que hablamos que muchas veces las marcas blancas, cuando son producidas por compañías medianas o pequeñas, pueden ser de mejor calidad que los mega grupos de marca propia.
Al contrario que la freidora, pienso que las marcas van a más, al menos las marcas gigantes. Todos queremos tener algo con que identificarnos, y como olvidamos pronto que el iPhone 3 era de mucha calidad, pero el 6 no tanto, pues ahí seguimos.
si bien la entrada me gustó cuando dices que el iphone lo arman por 30 euros creo que hubiera sido adecuado que pongas una cifra real y no solo un número bajo dejando claro que ellos multiplican por 2 o 3 lo que invierten.
ResponderEliminarSaludos.
Todo esto se puede resumir en el concepto de "margen de beneficio". Si les cuadra con lo que tienen,bien. Si no le cuadra hay que buscar soluciones hasta alcanzarlo: despidos, disminución de calidad, "deslocalización".
ResponderEliminarPero...seamos sinceros. Si tuviéramos el dinero suficiente para montar una empresa ¿no buscaríamos multiplicar por "n" nuestro dinero invertido, intentando maximizar beneficios? Seamos sinceros,¿como se hace esto? Siendo buenas personas no. Y si no le pagas un salario justo a la persona que contratas, que le ves la cara todos los días... Imaginemos a una persona que esta a miles de kilómetros y que ni si quiera tienes una afinidad mínima con ella.
Dios es misericordioso: debería haber acabado con en ser humano hace mucho tiempo.