29.9.17

El Citroen BX cumple 35 años


Era finales de verano de 1982, y yo devoraba una revista del motor, como hacía siempre que una de ellas caía en mis manos. En ella, se hablaba de la que era la novedad del año: el Citroen BX, un coche que se tildaba -en aquel reportaje- de futurista, de vanguardista, y de una calidad sin rival en su categoría. Luego vendrían los problemas (como la tercera luneta, con un envejecimiento prematuro y que Citroen se vio obligado a sustituir y, luego, en el restyling del modelo, a cambiar por un marco color de la carrocería), pero esa es otra historia.

Ahora el Citroen BX cumple 35 años, y lo hace con unos números que -curiosamente- creía que iban a ser superiores, puesto que se fabricaron en España (en Vigo) 222.325 unidades entre los años que estuvo en producción, de 1983 a 1992. Ciertamente pueden parecer pocas, pero también es verdad que estamos hablando únicamente de una de las factorías de fabricación, no en números globales.





35 años del Citroen BX (nota de prensa):
- El 16 de septiembre de 1982, una caja de madera suspendida del primer piso de la Torre Eiffel iniciaba un lento descenso hacia la base del monumento. Por fuera, sólo un mensaje: “Aquí está el nuevo Citroen”. Una semana después, se desvelaba el misterio: el Citroen BX se presentaba a la prensa en medio de un espectáculo de luces y pirotecnia anticipo de una brillante carrera comercial, en la que se matricularon más de 2.300.000 unidades en todo el mundo.
- El Citroen BX destacó por el confort y el excelente comportamiento en carretera que le proporcionaba la suspensión hidroneumática, exclusiva de la marca, y por sus versiones de altas prestaciones, como el Citroen BX GTi 16 V, que podía alcanzar los 220 Km/h.
- De las líneas del Centro de Producción de Vigo salieron más de 222.300 unidades entre 1983 y 1992.

Además de ser un emblema icónico de París, la Torre Eiffel está muy unida a la historia de la marca. Si André Citroen mostró su genio publicitario al iluminarla con su nombre y el logo de los dos chevrones con miles de bombillas, casi medio siglo después Citroen volvía a este monumento emblemático de la capital francesa para crear suspense ante lo que iba a ser un modelo clave en su historia: el Citroen BX.

En 1982, Citroen acababa de abandonar su sede histórica del Quai de Javel de París para trasladarse a las afueras, a la exclusiva localidad de Neuilly-Sur-Seine. Necesitaba un modelo para sustituir al Citroen GSA que lograra la cuadratura del círculo. Se buscaba una alternativa rompedora en lo estético, que lograra conectar con las necesidades y los gustos de las personas y que mantuviera las señas de identidad de la marca: prestaciones, confort y excelente comportamiento en carretera.

En vísperas del Salón del Automóvil de París, la marca apostó por el espectáculo para dar a conocer su nuevo modelo y hacerlo destacar entre la legión de novedades que se presentaban en aquella edición. Nada mejor que un lugar icónico para presentar un vehículo destinado a marcar una época. Una gran caja de madera quedó suspendida de primer piso de la Torre Eiffel el 16 de septiembre de 1982. En ella sólo se anunciaba que dentro se encontraba “el nuevo Citroen”. Para provocar aún más expectación, la caja misteriosa descendía unos pocos metros cada día. Finalmente, justo una semana después, se citó a la prensa al pie del monumento para el gran día. El entonces Presidente de Citroen, Jacques Lombard, fue el encargado de desvelar el automóvil que tanto se había hecho esperar: el Citroen BX.

Llamó la atención por sus líneas rectas y muy angulosas, fruto del diseño futurista y dinámico del diseñador de Bertone Marcello Gandini, autor de varios deportivos italianos míticos de los años 70. Una colaboración y una estética que continuaron hasta los años 90, con los Citroen AX, ZX y XM como modelos destacados. En el exterior, respetó señas de identidad de Citroen, como el limpiaparabrisas con una sola escobilla, introducida en el Citroen CX, o la arquitectura cinco puertas del Citroen GSA.

Al volante, el Citroen BX se reveló como uno de los vehículos más confortables y prestacionales de su época. Su suspensión hidroneumática garantizaba un comportamiento en carretera sin rival, mientras que su amplia gama de acabados y motores le permitieron llegar a un público diverso. En 1988 entró aún más en la leyenda con su versión GTi, equipada de un motor de 16 válvulas, capaz de desarrollar 160 CV DIN y de alcanzar una velocidad punta de 218 Km/h.

1988 fue también el año en el que, en España, el Cuerpo Nacional de Policía eligió al Citroen BX como vehículo Z, un estatus que mantuvo durante una década y que le hizo ser un elemento habitual de las calles de nuestras ciudades desde finales de los 80 y durante todos los años 90.

Un icono de nuestro pasado reciente del que se fabricaron 222.325 unidades en el Centro de Producción de Vigo, entre 1983 y 1992.









| Redacción: GacetaIlustrada.com / GacetaIlustrada.blogspot.com

2 comentarios :

  1. Citroën, siempre hizo para mi coches bastante feos. Salvo el CX, que me tenía enamorado. Pero todos fueron muy futuristas y avanzados en su época.

    Diría que hasta que llegó el AX, donde entonces, empezó a volverse más convencional. Coches más bonitos, pero menos avanzados.

    El BX GTI, puede que fuera el primer GTI accesible, salvo que consideremos el Visa, todavía más barato.

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  2. Un coche muy bonito, el Citroën BX me trae gratos recuerdos, en general siempre me han gustado los Citroën de los años 70´ y 80´, siempre me han parecido unos coches diferentes al resto, todavía recuerdo el impacto que me causó la primera vez que ví la suspensión de un Citroën GS...:)

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