24.1.17

Perros abandonados


No me gustan los perros. Prefiero -con mucho- los gatos, pero al parecer en estos últimos años hay una fiebre de familias con hijos que tienen perros abrumadora, no se si es moda, la televisión, o que tienen pocos problemas y quieren más. Y es que si además del cuidado de niños, se suma el cuidado de un perro, pues es lógico que a los pocos años acaben cansándose y acaban los animales... Como acaban.

Cada día, cuando tengo tiempo (y ganas) suelo desviarme algunos metros de mi camino habitual, y me adentro en una urbanización abandonada. El ayuntamiento empezó a construirla, a dotarla de servicios, y le sorprendió la crisis del ladrillo, dejándola a medio hacer. Hoy es hogar de ratas, trapicheo y gamberros. Es un sitio algo peligroso (está muy solo y, además, han llegado los "amigos de lo ajeno" a quitar cableado de las calles, por lo que hay sitios que son auténticas trampas), pero la quietud y soledad que allí se siente me encanta. Eso debió pensar un perro, un ovejero con bonita piel moteada, que ha hecho de aquel lugar su asentamiento. Es un perro inteligente que me ve y "pasa de mí", y yo paso de él (no quiero saber nada de perros), pero probablemente hacía no tanto, cuando era un cachorro, formaba parte protagonista de un hogar, un "dulce hogar" donde seguramente era el centro de atención. Pero claro, ha crecido, y ahora es un perro de mucho cuidado.




Como él, son abandonados miles anualmente en nuestras ciudades. No entiendo cómo puede haber personas que tratan a un animal como si fuera un objeto, y creen poder desprenderse de él como de la basura.

Cuidar un perro puede ser gratificante, pero en ocasiones resulta caótico, y creo que desde las administraciones deberían tener un control mayor. Porque otro tanto de lo mismo ocurre con quienes los tienen (que también sé de casos) y los dejan aparcados en cualquier finca de su propiedad, mal alimentados, llenos de pulgas y en un estado deplorable.


Por desgracia nadie vigila esas cosas, como el que nadie vigila que cumplas la legislación en materia de excrementos o en seguridad, porque en más de una ocasión estuve a punto de sufrir un accidente (y de ver cómo algunos lo sufrían) porque algún imbécil (o alguna) va con sus perros sin atar en zonas de paso de ciclistas. Sobre los excrementos, mejor no os cuento las que pasaba cuando llevaba el mantenimiento de zonas verdes, o las que pasan algunos amigos cuando con su desbrozadora se encuentran con las bolsitas de excrementos que, al tocarlas la máquina, estallan como bombas llenando al operario de mierda. Me decía un día uno de ellos que por qué tenían que soportar eso, si ellos no estaban ahí para limpiar esas cosas, ni para recogerlas, lo cual es cierto, porque no les pagan por eso.

Entiendo que un perro puede aportar, a ciertas personas al menos, bastantes satisfacciones; el problema es que, en su egoísmo, no piensan en los demás. No piensan en los ruidos molestos que causa a los vecinos que viven debajo (quienes tienen un perro en un piso, por ejemplo), o que causa cuando se le saca a la calle no solo molestando a todo el mundo, sino llegando a provocar accidentes. Y, por último, en su exacerbado egoísmo, solo piensan en ellos mismos y ni piensan en su mascota y por lo tanto, llega un momento en que ya se cansan, y simplemente le pegan una patada y lo dejan en la calle. En suma, que tienen perro pensando únicamente en su satisfacción y placer, y no piensan nunca ni en los demás, ni en su perro. Y por eso creen poder desprenderse de él como si fuera un trasto viejo, cuando ya se aburran de tenerlo

| Redacción: Bianamaran.blogspot.com

4 comentarios :

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  2. No se quiere más a los animales por tenerlos, ni por salir delante de las pancartas reivindicando sus condiciones incluso si estas están irracionalmente por encima de las humanas, sino más bien por cuidar debidamente a los animales que tienes a tú cargo y por respetar a las personas que involuntariamente tienen que soportar la falta de educación de muchos de los dueños que poseen animales.

    ¿Cuántos de los que alardean de amor a los animales los quieren realmente? muy fácil ¡Por sus hechos los conoceréis! (Me refiero a los amos por supuestos, los pobres animales ya tienen bastante con aguantar a sus dueños)

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  3. Enternecedora historia. Más aún viniendo de alguien que no siente pasión por ellos.

    Triste final para unos animales que estuvieron preparados para darlo todo a sus dueños. Y éstos le premiaron abandonándolo.

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  4. Y menos mal que no me gustan porque sería un problema no poder acogerlos. ¿Tu Sidra no quiere un compañero, Guti? :D

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