12.2.17

Cómo cambia tu forma de ser (y hasta de pensar) un simple medicamento


Por cuestiones de salud tengo que tomar distintos medicamentos, entre ellos algún corticosteroide con efectos secundarios bastante llamativos.

El caso es que, como medicamento, me va genial, pero me resulta llamativo cómo algo que nos tomamos afecta tan profundamente hasta nuestra forma de ser. Y es que uno de los efectos secundarios de este medicamento es que, cada cierto tiempo, te envuelve en una paranoia bastante singular. Te hace estar preocupado, aunque busques y rebusques en tu mente el sentido de ese estrés o de dónde emerge tal preocupación; te hace soñar pesadillas incongruentes (por ejemplo, te despiertas creyendo que te vas a estrellar en un avión, o cualquier cosa parecida), y el defecto más "latoso" es que la ansiedad llega a tanto que te impide mantener una conversación normal porque, en medio de ella, se te ocurre quedarte en blanco o empiezas a decir cosas sin sentido. Así que cuando tengo esos episodios dejo de tomarlo hasta volver "a la normalidad" y sentirme de nuevo yo mismo.




Obviamente hay solución para todos esos "trastornos", en forma de más medicamentos que te los palian, pero te añaden otros nuevos inconvenientes. Encontrar la fórmula perfecta o el término medio es difícil, más aún si, como yo, dependes de tu nivel intelectual para todas las cosas que haces a lo largo del día (dicho de otro modo: no puedo estar "drogui" todo el rato).

Uno piensa que nace con una personalidad, una forma de ser y ver las cosas, y que no la puede cambiar, y en efecto así es, pero también es verdad que externamente incluso nos pueden hacer gente mala, siendo buena. En laboratorio se ha experimentado con ratones, haciéndolos ser más feroces y dañinos con sus congéneres, e incluso se ha demostrado que los excesos de determinado contaminante en el aire puede hacer que las gentes cometan más actos de locura y barbarie.


Y entonces ves que puede que tengas el control de la situación, pero solo en parte. Que pueden controlar nuestros actos mezclando determinado compuesto con el agua de consumo (dicen que el flúor), o haciendo que la gente respire (inhale) determinado compuesto. Por ejemplo, pueden poner un ambientador en un supermercado que te anime a comprar más, o en una sala de espera o en una estación, para calmar a los viajeros y que sean más pacientes. Las posibilidades son numerosas y aunque parece ser que no son siempre efectivas, no deja de ser verdad que somos lo que comemos, y lo que respiramos. Y respirando y comiendo (o tomando) determinadas sustancias puede que ni tan siquiera seamos nosotros mismos.


| Redacción: Bianamaran.blogspot.com

4 comentarios :

  1. Lo que dices es muy cierto, sino que se lo digan a los laboratorios Sandoz y el LSD. Al final, cualquier químico nos altera. En muchos casos para curarnos, o atenuar los síntomas, lo cual indica el poder que tienen de cambiarnos.

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  2. es verdad Guti, o las drogas, o el mismo alcohol...

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  3. Ten a salvo el Alma, la oración en momentos difíciles es la mejor medicina, prueba con esta oración todos los días: https://www.youtube.com/watch?v=kWOx7992zXk&t=59s

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