27.4.16

La "caja de los secretos"


Con mi pequeño cuaderno de notas paseándose por aquí y por allá sin parar, no tardé en darme cuenta de que me hacía falta algo en donde apoyarme para escribir, realizar los bosquejos que hago a veces o simplemente para poder poner algo debajo que sea firme en las ocasiones en que debo rellenar algún tipo de formulario con mi bolígrafo Inoxcrom.

Navegando por una web de supervivencia vi que existen unas cajas herméticas, en las que puedes guardar tus cosas y llevarlas contigo. Yo no quería algo tan radical, sino mucho más ligero, compacto y portable, pero como idea esa me pareció muy buena.




De manera que me puse a buscar una caja metálica en la que llevar algunas cosas personales. No es una caja de supervivencia ni nada parecido, simplemente una caja personal para útiles de escritura y alguna cosilla más.

Me decanté por el metal porque hay mas opciones, suelen ofrecer paredes menos voluminosas que el plástico y, por qué no, son más bonitas y emotivas con sus luminosos dibujos decorados. Además, hay modelos enormemente resultones.


Pronto me encontré con dos grandes problemas: el del precio y el de las dimensiones. Algunas cajas con bombones que podían servirme tenían un precio de 27 € (con los bombones, obviamente), lo que resultaba excesivo para coger simplemente la caja. Además, las dimensiones de la misma eran algo mayores de lo que yo quería.

También existen cajas plumier, aquellas que llevábamos de chicos con bolígrafos y material de escritura. Pero tras buscar, me encontré con el problema de que eran bastante gruesas, más de lo que yo quería, y lo que metieras dentro "bailaba" y hacía mucho ruido. Demasiada "caja" para lo que yo deseaba.


Una amiga me comentó que podría probar con una caja de lápices de colores. Le respondí que ese tipo de cajas serían excesivamente delgadas pero, tras hartarme de buscar y no encontrar nada que me satisfaciera, decidí darles una oportunidad a las de los lápices.

Resulta que los lápices de colores no van "sueltos" por la caja, sino que van alojados encima de un plástico y, tras retirar éste, queda un espacio bastante digno. Metí el pequeño cuaderno y vi que quedaba justo, no "bailaba" hacia adelante o hacia atrás, por lo que quedaba perfecto. Así que adopté una caja de metal de lápices Alpino (que, por cierto, cierra muy bien y queda bien sujeta, que era otro de los temores que tenía, el que se abriera "sola") e introduje en ella algunas pertenencias personales que me agrada llevar conmigo.

He de decir que no siempre llevo lo mismo, a veces tengo que cambiar y, por ejemplo, puedo llevar mi pequeña calculadora de Casio, un reloj, útiles varios... Lo que vaya a necesitar.


Normalmente suelo llevar el bloc y el bolígrafo, que eso es prácticamente fijo, y luego suelo elegir entre varias alternativas. Como es una caja de objetos personales, suelo ponerle elementos con gran carga emotiva: pertenencias de mi hermana o/y mi madre, un pendrive -que siempre me hace falta en multitud de ocasiones-, un fineliner para hacer dibujitos... También suelo llevar una minúscula caja en la que puedo poner elementos pequeños, como algunas pastillas sueltas, pilas botón o tarjetas de memoria, depende del caso. Es una "multiusos" que evita que se pierdan por la mochila objetos minúsculos. Inicialmente esa pequeña cajita la saqué del blister en el que te vienen las tarjetas de memoria (las micro-sd con adaptador), pero no tardé en averiguar que las cajas individuales de las sombras de ojos son perfectas y, por grosor, quedan como un guante, de manera que le retiré el recipiente de la sombra de ojos (va pegado) y la reutilicé para estos menesteres. Obtener este tipo de cajitas no es muy difícil, cualquiera que tenga amigas o hermanas se las puede pedir, seguro que tienen a montones y no hacen nada con ellas.

En ocasiones puedo necesitar transportar alguna otra cosa, por ejemplo alcohol isopropílico en un recipiente reutilizado de una de las muestras de perfume que me envían, un segundo reloj por si viajo y quiero usarlo de alarma o para poner en el escritorio o encima de una mesa, un mini-tarjetero portable... Las posibilidades son variadas y múltiples, dependiendo de los gustos o necesidades de cada uno.


Supongo que un aficionado a la fotografía llevará útiles fotográficos, un aficionado a la pesca, útiles para pescar... Aunque realmente el sentido de ello es transportar algo más personal que normalmente no solemos llevar en nuestros neceseres mas "profesionales", ya que para supervivencia, pesca, relojería y una multitud de profesiones y aficiones hay cajas de transporte compactas mucho más útiles que ésta. Las virtudes de la que os pongo aquí son otras: la ligereza y su tamaño compacto y delgado que permite llevarla a todas partes sin prácticamente ocuparnos sitio y que, por lo tanto, nos da la oportunidad de llevar con nosotros algo de lo que somos. De nuestros seres queridos. Para quien no para en casa o que está siempre "atravesado" en uno u otro sitio es una genial solución y alternativa. Y, por supuesto, también es práctica y muy útil.

| Redacción: Bianamaran.LaOcho.com

5 comentarios :

  1. Pues no se me había ocurrido, y me gusta. Además, que sea Alpino, le da un toque que me encanta. Lo malo, es que yo la pluma la llevo en un pequeño estuche/plumier para que no vaya bailando y se ralle. Pero a ver si encuentro algo que me sirva.

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    1. ¿ves? con un bolígrafo no tendrías ese problema :D

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  2. Yo en Verano llevo todos los utensilios de uso cotidiano en una mariconera y en Invierno en los bolsillos de la cazadora.

    En este caso prefiero llevar un estuche enrollado ( tipo de herramientas) para llevar las cosas o un simple estuche impermeable.

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  3. Es buena idea lo del estuche enrollado. El problema que le veo es que se arruga todo, de hecho el llevar el bloc por ahí suelto y ver cómo se arrugaba fue también uno de los motivos de elegir la caja de metal. Además, ni el estuche enrollado ni el estuche convencional te sirven como útil en donde apoyarte para escribir.

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    1. Lo que más me ha encantado es ver entre los diferentes utensilios que sueles llevar habitualmente, El Santo Rosario de plástico y la estampita del Beato San Martín de Porres, un santo mulato nacido en Perú (Protector de las enfermedades) un gran santo con una vida muy interesante y llena de luchas, hace falta personas como estas, personas que alimenten el Alma de la gente descarriada y echada a perder y no los modelos de triunfadores actuales que solo ensalzan el Ego y la vanidad humana.

      *La Vida del Beato Martín de Porres, un gran Santo.

      https://www.youtube.com/watch?v=shXagzuZXJU

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