Hace tiempo que llevo planteándome cómo incorporar los elementos gráficos a los relatos que voy poniendo en el blog. Normalmente lo que suelo hacer es dibujarlos, diseñarlos de cero o aprovechar otros diseños para hacer recreaciones y chops. La cuestión es que, obligatoriamente, los posts deben llevar algunas imágenes, porque publicar un post sin ellas da un aspecto muy pobre y desangelado (al menos en el primer vistazo).
Por otro lado, crear imágenes de otros diseños retocándolos nunca me ha gustado demasiado, debido a que no reflejan exactamente lo que yo deseo transmitir y me tengo que ceñir a las formas -obviamente- de otros.
Claro que ante eso lo mejor es que las haga yo mismo, pero si ya tardo tiempo es escribir, corregir y maquetar el relato, pararme a diseñar elementos gráficos tan complejos como construcciones en 3D para él me llevaría un tiempo enorme, de días o incluso semanas si hablamos de renderizar personajes o automóviles al completo.
Además, y aunque haga eso, se le privaría al lector de imaginarse y fantasear con los elementos que trato en el relato. Prefiero que al leerlo sea cada lector quien vaya componiendo en su mente elementos, personajes y acontecimientos, lo que haría del relato algo muy útil para su enriquecimiento, dándole la oportunidad de fantasear con él (esa destreza y cualidad humana tan menospreciada y olvidada hoy, debido a las películas y videojuegos) en lugar de incrustar elementos gráficos que puede que no se ajusten en muchos casos a lo que intento transmitir.
De esa manera el protagonismo se centraría en el relato en sí, que es a fin de cuentas lo que tiene valor en ese tipo de posts (y en un blog, como medio escrito que es).
Claro que esto no soluciona el problema, que sigue estando ahí: qué elementos gráficos poner, si quiero prescindir de los mencionados antes.
Se me ocurrieron varias ideas, algunas más complicadas de llevar a la práctica que el retoque de imágenes o la renderización que ya llevo haciendo en muchos de los relatos, y entonces pensé: "si me atrae tanto la caligrafía y me gusta usarla, ¿por qué no aprovecho eso para practicar con cada relato?". Y en efecto, esa era la solución: tenía un elemento gráfico y, a la vez, no interfería con la posibilidad de dejar volar la imaginación ni con el relato.
Ahora el problema se planteaba en cómo hacer eso y de qué forma. Y recordé cómo hacían los periodistas de antaño: escribiendo sus notas y apuntes en un cuadernillo. Como, además, los cuadernillos los utilizo bastante, era la solución perfecta para ello. Podría así realizar lo que sería un esbozo de un artículo para una revista, para un periódico o un guión en borrador para una emisora de radio (cualquiera de esos medios del Grupo ASSI o INSI, o de cualquier otra temática de la que tratase el relato). Además, podía incluir elementos gráficos muy simples y sencillos, que no mostraran totalmente ni claramente el objeto, una especie de esbozo que le diera pistas al lector sobre cómo sería y le facilitase construirlo en su mente y, con ello, propiciase el dejar volar su imaginación.
A Dios gracias los dibujos a baja resolución me gustan mucho, los llevo practicando desde muy pequeño de manera que sé defenderme con ese tipo de esbozos o bocetos bastante bien (no es que sea un prodigio en ellos, pero me defiendo).
Pensé también en añadir, con cada imagen, algunos bolígrafos de Inoxcrom o material de escritura similar, para variar un poco cada escena, aunque eso en el caso de relatos relacionados con El Imperio no lo haré por razones obvias (no iría a cuento poner un bolígrafo de Inoxcrom, si fuera un Redacq sí que serviría, claro).
El encabezado del post lo haré -o pienso hacerlo- con un elemento gráfico diferente, una especie de telegrama de diseño vintage, dándole de esa forma una atmósfera retrofuturista, con la intención de que el relato parezca lo más atemporal posible. Sería algo así como si un reportero o un enviado especial hubiese sido destinado a un evento (por ejemplo, la presentación de una motocicleta) y desde allí escribiese sus notas "a la antigua usanza", para luego dictarlas o explicarlas vía telefónica a la redacción de su diario, o llevarlas para usarlas en un reportaje de su revista, o para apoyarse en un reportaje hablado para su emisora de radio.
En unos tiempos donde la telefonía móvil no estaba desarrollada ni existían satélites, una de las formas de comunicación escrita más rápida eran los telegramas, así que mezclando todos esos elementos puedo conseguir material gráfico sin tener que menoscabar o disminuir la posibilidad de que cada lector pueda imaginarse por sí mismo los escenarios, una ventaja de la lectura frente a otros medios de entretenimiento.
Esto no quiere decir, en todo caso, que deje de recurrir a realizar diseños, logos, recreaciones y renders, algo que haré cuando lo crea necesario pero que será más puntualmente (sobre todo las recreaciones) y de esa forma evito ceñir el relato a una estricta y poco flexible realidad temporal que, puede, en ocasiones posteriores no me resulte útil.
Por otro lado, otra de las modificaciones que he decidido realizar (ya lo habeis visto) es el color de fuente. El color borgoña me encanta, pero en la fuente de los relatos queda demasiado luminoso, tiende mucho al rojo y, si lo ocurezco más, parece negro y apenas se distinguiría del resto de post (y quiero usar ese color diferente para mostrar a los visitantes e informarles claramente de cuándo un relato es ficción, y cuando se trata de una entrada de blog "real"), de manera que lo que he decidido es poner el post dentro de un fondo a color, un borgoña "palidito", y dejar la fuente en negro que es como mejor se lee. Con eso al primer vistazo ya se sabe que es un post "diferente".
Con estos cambios podré ofrecer caligrafías distintas para distintos reporteros ("personajes"), y añadir bocetos y diseños más artesanales, "a mano", ofreciendo algo totalmente diferente a lo que habitualmente se ve por blogs de internet en un tiempo en donde la escritura está siendo más y más abandonada. Al hacerlo dotaré al post (y al blog en general) de más personalidad y exclusividad, ofreciendo no solo material escrito único, sino material gráfico singular, que seguramente muchos agradecerán en un entorno como es el internet actual lleno de imágenes computerizadas, gráficos impactantes a grandes resoluciones y ambientes y paisajes multicoloridos, con lo cual perdemos bastante de la sencillez del material visual que muchos veíamos de pequeños. Porque en nuestros tiempos en donde incluso las novelas gráficas se hacían en blanco y negro, cuando caía en nuestras manos un cómic a todo color o un tebeo lo disfrutábamos como si fuera el no va más, viendo cómo los personajes cobraban vida aunque la combinación de colores usada fuera escasa. Todo lo contrario de lo que ocurre hoy día, donde se abusa demasiado y todo tiene que "entrar por los ojos", algo que los hombres apreciamos muy bien -mentalmente estamos más predispuestos a ello-, pero no las mujeres.
El ofrecer una imagen en forma de boceto que uno tenga que "completar", un material gráfico que sea simple sugerencia, puede parecer muy chocante en los tiempos actuales del Photoshop y de las paletas de colores sin fin, pero es precisamente eso lo que hace a estos diseños simplistas tan valiosos. Y dado que en un post de relatos lo más importante es eso, el relato, recurrir a ese tipo de opciones gráficas me parece lo más ideal. Debo ser de los pocos blogs que incluye posts con dibujos y gráficos a bolígrafo (o a pluma y tinta, aparte de, obviamente, los blogs especializados en ello), y eso me gusta, porque es algo diferente. Así que espero que también os guste, que es lo importante.
| Redacción: Bianamaran.blogspot.com
Pues a mi también me gusta. Ese toque new-vintage pinta bien. Me gusta lo de la cabecera. A ver que tal.
ResponderEliminarGracias Guti. El quid es ese, a ver que tal, porque la idea la tengo muy clara pero espero que salga cercana a lo que espero.
ResponderEliminar