Hace bastantes años (dentro de un momento diré la fecha), en una emisora de radio ahora desaparecida que solía escuchar muy a menudo -bueno, por no decir siempre que encendía la radio, que era eso: muy habitualmente, varias veces al día-, uno de los locutores salía leyendo esta carta que a continuación os transcribo.
Por aquellas fechas yo escuchaba la radio mientras entrenaba, y los programas en esa emisora solían repetirlos algunos días, para llenar de contenido la programación o cubrir huecos. El radio-cassette donde escuchaba esta emisora era un Philips de la familia
D7180, con un práctico botón en rosa que activaba automáticamente la grabación (de la radio o del micrófono). Era un robusto radiocasette que aguantaba carros y carretas, y que estuvo a mi lado durante muchos años sufriendo todo tipo de maltratos (era muy habitual verlo por la calle a últimos de los ochenta).
Todavía lejos del MP3, yo siempre solía tener una cinta de casette puesta para, en el caso de que saliera alguna canción por la radio que me gustase, grabarla. Como los programas de esa emisora se repetían, un día tuve la fortuna de dar con el programa donde el locutor leía esta carta y la grabé. Luego la transcribí a papel. Era un 14 de abril del año 1995, y decía así:
Queridos padres:
Les escribo desde estas cuatro paredes blancas, donde estoy pagando mi torpeza y mi debilidad. Saben, estuve pensando en un por qué, el por qué tenía que llegar hasta este extremo: el robar, el herir a la gente, solo por conseguir mi veneno.
Estuve pensando también en ti papá, recordando tus problemas y borracheras, recordando que nunca tuviste tiempo para mí. Me llenaste de cosas materiales, que no tenían más valor que unas cuantas monedas, pero tu presencia, tus consejos, ¿dónde estaban?, no sabes lo que me hiciste falta. Hubiera cambiado todo lo que tenía por estar un minuto a tu lado, por un consejo, una palabra de aliento, por un regaño..., cualquier cosa que me hiciera sentir que tú estabas, que yo te importaba. Si hubiera sabido que te preocupabas por mí, quizás no habría salido a la calle a buscar lo que no encontraba en casa. Pero tuvo que ser así.
Aún recuerdo lo que dijiste cuando te llegó la noticia de que yo estaba detenido: "lo tenias todo, ¿por qué nos haces esto?". Sí papá, tuve todo lo material, pero tú, ¿dónde estabas cuando te necesitaba?.
Y tú mamá, ¿dónde estabas cuando necesitaba un poco de amor, cuando un problema me ahogaba y necesitaba un consejo o desahogar mis lágrimas con alguien?. Siempre encerrada en tus compromisos sociales, siempre preocupada por quedar bien con los demás, menos contigo misma y con los de tu hogar, siempre con "el qué dirán" en la boca; siempre pensando en el dinero, exigiendo siempre más a papá, como si tu vida estuviera dependiendo de una moneda, como si tu destino dependiera del lado del que cayera la moneda.
Recuerdo que siempre estuve bien vestido, era el niño bonito del barrio, me arreglabas bien por fuera, pero nunca me preguntaste alguna vez qué era a lo que yo aspiraba, qué sentía, como pensaba, que buscaba en la vida.
Recuerdo que me sentaba en aquel sillón, y me ponía a observar tu fotografía de matrimonio y al compararla con ustedes la imaginaba como un cadáver, como una tumba, como el recuerdo de un amor que murió y en ustedes veo sus fantasmas, los restos tétricos de ese tan inmenso amor que llegaron a vivir. Nunca encontré amor entre ustedes, siempre los vi peleando; siempre en constante lucha y pleito.
De mi no se acordaban; siempre peleando, como si estuvieran solos sin pensar que me lastimaban con sus peleas.
Recuerdo muy bien cómo empezó todo. Me sentí siempre solo. Me junté con un grupo de chiquillos que tenían el mismo problema: la falta de sus padres, la incomprensión de los mismos, la soledad. Primero solo eran juegos; después llegó la droga por inquietud, curiosidad, no lo sé, por tantas cosas. Pero ahí estaba con un canuto de marihuana aspirando el humo, como desesperado, encontrando en ella lo que andaba buscando, una manera de olvidarme de mis problemas. Olvidándome de mi soledad, y huyendo como un cobarde de mi realidad.
Al principio no me era tan difícil obtener la droga: con el dinero que solo con pedirlo me lo daban; luego fui cambiando de marihuana a drogas más pesadas y caras: LSD, cocaína, morfina. Entonces me di cuenta que el dinero no me alcanzaba; empecé a vender cuanto tenia, todo lo material que me dieron se convirtió en droga para mí.
Lo peor empezó cuando tuve que robar por no quedarme nada que vender. Primero fueron robos pequeños a niños, a muchachos más chicos que yo, hasta llegar a robar en tiendas y a cuanta persona se cruzara en mi camino.
Siempre creí que no era dependiente de la droga. Pensaba que podía dejarla cuando yo quisiera. Empezaba con mi frase "hoy es la última vez...", y seguía cada vez más.
Aquella noche estaba como de costumbre en una esquina con mis amigos, cuando vi pasar a aquel hombre, que era muy alto y de avanzada edad; él pasó junto a nosotros con cierta indiferencia, pero yo, que sentía quemarme por dentro las ganas de la droga, saqué mi navaja del bolsillo y, sin pensarlo, me abalancé contra él. El viejecillo empezó a gritar cuando sintió mi navaja en su espalda; mi desesperación empezó a aumentar con esos gritos; no sabia qué hacer al ver fluir la sangre: si soltarlo y correr, golpearlo o hundir mi navaja en su costado. En mi desesperación opté por la última opción y hundí con furia mi navaja en él; mi cuerpo quedó paralizado; cuando reaccioné quise buscar en su bolsillo, pero más tardé en reaccionar que en oír el tremendo chillido de las sirenas que venían hacia mí. Quise correr, pero ya era muy tarde. Quise pelear cuando sentí las manos de los policías en mis brazos. Tal fue mi furia que tuvieron que golpearme en la cabeza y perdí el conocimiento.
Desperté en una celda, frente a un hombre de traje y ustedes, mis padres. No supe qué hacer, mi madre llorando, y tú con cara de quererme regañar pero al mismo tiempo con tristeza y cariño en la cara. Un juez me sentenciaba a una reclusión indefinida y oí de tus labios las palabras de siempre: "¿por qué, sí lo tenias todo?".
Por ultimo, quisiera pedir perdón por lo que pasaron y aconsejarles, no solo a ustedes sino a todos los padres del mundo, que no descuiden a sus hijos, los atiendan y les den todo el cariño que son capaces de dar, lo que Dios nos dijo: "Amémonos los unos a los otros", es un mandamiento que hay que seguir, hay que darse cuenta de que el amor es los más importante. No lo podemos cambiar por unas monedas, o por todo el mundo material que nos rodea.
Los quiere y extraña:
Toni.
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| Redacción: © Bia Namaran
Impresionante testimonio. Lo digo porque a digerencia de los 80 y los 90 tendemos a pensar que la droga no es tan mala. Y aunque cada uno es muy libre, no es así.
ResponderEliminarEran muy bonitas y populares esos radio-cassette Philips D7180, se veían muchísimo en su día, yo tuve durante la década de los 80 y 90 un robusto radio-cassette Sanyo M2402-4F con un excelente sonido y que me acompaño durante muchos años, esos sí que eran equipos casi eternos….
ResponderEliminarCon respecto a la triste historia que decir, una pena, mejor voy a poner un Video hoy que es Domingo y la gente tiene más tiempo para pensar, eso sí, aviso, el que no quiera tener una sacudida mental que no lo escuche, hay veces que un baño de realidad es molesto para el oído y para el corazón, los valientes que sigan adelante.
https://www.youtube.com/watch?v=S34XOFf56j4
Por cierto, la foto de la Biblia es preciosa, yo tengo la Reina Valera 1960 que es la que más me gusta, por desgracia no encuentro la RV Purificada del año 1602, pero me conformo con la de la edición del año 2000 que es bastante fiel a la original y que sorprendente vale menos de 15 Euros, no hay excusas para adentrarse en la palabra del SEÑOR.
Por sistema, no me suelo fiar de un tipo que se pone a hablar de Dios con traje y corbata, lo siento :)
ResponderEliminarSobre Biblias, a mi me gustaba mucho la Biblia de Jerusalem. La Reina Valera ha quedado un poco desfasada, no porque ponga cosas incorrectas, sino que por su redacción hay Biblias bastante mejores. A ese respecto te recomiendo la Biblia Clerus, para mí es la mejor edición que en la actualidad existe de la Biblia, es muy fiel al original, está muy bien traducida, y es superior en calidad incluso a la de la Conferencia Episcopal:
http://episcode.blogspot.com/p/biblia-clerus.html
quizá mejor así ;)
ResponderEliminarhttp://episcode.blogspot.com/p/biblia-clerus.html
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ResponderEliminarHombre Bianamaran, lo importante es el mensaje que es verdadero, tampoco va a ir el hombre en chándal, mientras que no vaya de manera ostentosa no veo ningún problema en que vaya bien vestido, me daría igual si fuera en ropa de Sport mientras que su prédica sea verdadera, si nos ponemos tan esplendidos nadie miraría hacia el Vaticano donde abundan otras cosas más mundanas.
ResponderEliminarEn cuanto a las biblias la que me ha acompañado durante muchos años y que era la que yo leía antes "NACAR COLUNGA" que era la que teníamos en EGB en clases de religión por su estilo fácil de entender, pero actualmente prefiero la Reina Valera 1960 que sin ser perfecta es la que más me convence, aunque suelo contrastar palabras y versículos con las que hay para PC y para Smartphone y Tablet , un buen programa y gratuito es el…
e-sworld: http://www.e-sword.net/
Para Smartphone Android la mejor o por lo menos la que más me gusta a mí (sin publicidad y gratuita) https://play.google.com/store/apps/details?id=com.epsoftgroup.lasantabiblia
Se pueden descargar gratuitamente los cientos de Biblias y libros que hay para este programa.
Gracias por el enlace de la biblia Clerus, no la conocía, la miraré tranquilamente.
Lo que quiero decir es que alguien que cuida tanto su imagen es síntoma de que descuida al Señor. El mundo y las cosas de Dios son incompatibles.
ResponderEliminarLa Reina Valera, sobre todo la edición de 1960, tiene muchas incorrecciones, sinceramente hay Biblias infinitamente mejores por la Red. El AT de esa edición de Reina Valera es bastante mejorable. Lo digo porque fue mi Biblia de cabecera durante bastantes años y la conozco muy bien, de hecho hasta la usé para crear un script para IRC con el que podías poner la Biblia en un canal.
Personalmente me da igual una Biblia que otra, pero La Reina Valera 1960 (La purificada 1602 es la mejor versión) es una magnifica Biblia muy difundida y leída fundamentalmente por el mundo Hispano, el Espíritu Santo me llevo hasta esta Biblia ya que pedí consejo en lo alto y a pesar de sus carencias que las tiene como todas “no hay ninguna prefecta” es la que más me llena, dicho esto lo mejor es que cada uno lea la versión de la Biblia que más le guste, no seré yo quien aconseje una por otra ya que es una decisión muy personal.
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